CAPÍTULO
II
LA VIDA OCULTA DE
ESCRIVÁ DE BALAGUER
12. El escándalo de una
beatificación
"Te imaginas que yo
entre en una Iglesia y encuentre a ese señor en los altares" le
decía a Luis Carandell una ex numeraria del Opus que durante
muchos años le tocó sufrir el carácter de
monseñor, sobre quien existe, como recuerda el escritor, (219) innumerables
anécdotas que revelan la desmedida pasión que el hoy
beato tuvo por las riquezas de este mundo donde su pasión por el
lujo y la riqueza sólo tenía parangón con su
avidez por acumular títulos honoríficos y dignidades,
siendo el único sacerdote católico de toda la historia de
la Iglesia que solicitó un título nobiliario cuando los
que lo tenían realmente, renunciaban a él al ordenarse.
Teólogos españoles han pedido oficialmente que se aplace
la beatificación del fundador del Opus, concretamente en
Barcelona la Asociación de Teólogos Juan XXIII expresaba
el día 10 de febrero de 1992 en un comunicado hecho
público "su honda preocupación, teñida de malestar
por la próxima beatificación de Josemaría
Escrivá de Balaguer" expresando su sorpresa y hasta su
"sospecha". También teólogos alemanes se han manifestado
en el mismo sentido.
Por su parte, un colectivo de 16 profesores de la Facultad de
Teología de Cataluña se pronunciaba en un documento
crítico contra la beatificación de Escrivá,
indicando los firmantes que muchos "creyentes y no creyentes tienen la
impresión de que se beatifica un movimiento basado en el
éxito mundano a través del dinero y del poder". Los
firmantes del escrito, que lleva fecha del 19 de marzo de 1992, y entre
los que se encuentra el decano de la Facultad, justifican su repulsa,
por tener la impresión de que "se canoniza un camino diferente
al camino diferente al camino de Jesús: un camino de
éxito mundano y de los medios necesarios para conseguir este
éxito, que no son la pura competencia técnica sino el
dinero y el poder". Los alumnos han apoyado sin reservas el documento.
Para los estudiantes de Teología fue un alivio la actitud de sus
profesores y decano. Por su parte ellos habían pedido
también por escrito la posposición de la
beatificación de Escrivá mediante una carta enviada al
Vaticano y a los diez obispos catalanes, suscrita por seminaristas,
religiosos y laicos, en la que solicitaban que se realizara una
"revisión crítica" del proceso por considerar que
había habido "importantes irregularidades" porque "quienes
testimonian a favor de la causa de beatificación han sido
debidamente atendidos, mientras que han quedado marginados aquellos que
podían testimoniar en contra, cosa inadmisible en un proceso de
beatificación que, como todos, afecta a toda la Iglesia
universal". La carta se envió tras una aprobación en
asamblea realizada el día 11 de marzo de 1992 en el seminario de
Barcelona con el resultado de 67 votos a favor, 15 en contra y 9
abstenciones. (220)
Los estudiantes expresan su sospecha sobre la validez
"espiritual y jurídica" del proceso de beatificación y
sus dudas de que "el conjunto de nuestra sociedad pueda encontrar en la
figura de monseñor Escrivá una transparencia del estilo
de Jesús de Nazaret". La carta indica implícitamente que
el Opus Dei parece estar más preocupado por tener "una
relevancia pública e influencia interna" en el seno de la
Iglesia que por ser fiel al Evangelio, y reclama a la curia de Roma que
escuche la voz de quienes critican el proceso de beatificación
porque, de lo contrario, "será muy grave para la Iglesia del
futuro y para la credibilidad de la fe de los cristianos".
Rafael Llanes de la Torre se dirigía al director del
periódico El Mundo el
20 de marzo de de 1992 para reiterar que
"sólo ahondando en esta revisión se evitará que
pueda subir un asno cargado de oro a los tribunales eclesiales,
concluyendo que dado el escándalo que está produciendo en
las conciencias de muchos cristianos la beatificación,
sería renunciar a ella por humildad y por comunión
eclesial.
Un obispo español se ha manifestado ya abiertamente en contra de
la beatificación de Escrivá, monseñor Joan Carrera
-primera voz de la jerarquía eclesiástica española
que tiene el valor y el coraje de oponerse al proceso.- El prelado
catalán asegura que el anuncio de la beatificación
suscita "un cierto desconcierto de muchos que tienen otra
sensibilidad", recordando que "ninguna otra beatificación
anterior había levantado tanto revuelo". "En este sentido 'San
Escrivá' no será un santo de especial devoción.
Como obispo de la Iglesia acepto la decisión que tomará
el papa, pero un santo de particular devoción mía no
será". (221)
La respuesta positiva a su actitud la ha tenido en las comunidades
cristianas de Barcelona y Madrid que han señalado que "ya era
hora de que un obispo hablase claro, en nombre de los cristianos
preocupados por esta impopular beatificación".
El cardenal Silvio Oddi realizó unas declaraciones recogidas y
publicadas en la revista estadounidense Catholic World Report en las
que planteaba la hipótesis de que el proceso de
beatificación del fundador del Opus Dei fuera de nuevo examinado
para aclarar las dudas existentes sobre la causa, pues "si existieran
irregularidades en el proceso entonces la beatificación
debería ser reenviada y habría que realizar un
"suplementum".
Algunos han calificado la canonización de escándalo, como
el teólogo Juan Martín Velasco que opina que
Escrivá "no merece ser santo" y pone en duda la validez del
milagro atribuído al fundador del Opus. El prestigioso
teólogo español explica que "la declaración de
santidad de Balaguer debilita la credibilidad de la Iglesia". Juan
Martín Velasco es profesor de la Universidad Pontificia de
Salamanca y del Seminario de Madrid ocupando en la actualidad el puesto
de director del Instituto Superior Pastoral. No creo - dice
Martín Velasco a la revista italiana II Regno (222) - que se pueda poner
como modelo de ejercicio de vida cristiana a quien se ha servido del
poder, lo ha utilizado para poner en pie y extender la Obra y ha
dirigido con criterios oscurantistas (se le llama la mafia blanca)".
Critica también Martín Velasco las "auténticas
anomalías que, a su juicio, se han cometido en el proceso de
beatificación de Escrivá: "No se han admitido todos los
testimonios. Algunas personas que conocían muy bien al Padre,
por haber pertenecido a la Obra, quisieron testimoniar cuando se
abrió el proceso en Madrid, pero los que vinieron de Roma a
recoger los datos no quisieron escucharles".
El teólogo madrileño pone en duda, asimismo, el milagro
atribuido a Escrivá. "El supuesto milagro se ha producido en una
persona de la familia Navarro Rubio, ligada desde siempre al Opus. Uno
de sus miembros fue ministro de Franco - involucrado en el
escándalo financiero de Matesa - y otros son miembros
importantes de la Obra". El esquipo médico encargado de
certificar el milagro fue reclutado entre los doctores de la
Universidad de Navarra, que como el mundo sabe, pertenece al Opus Dei.
Jaime Peñafiel escribía un artículo bajo el
título La santidad
también es una tentación (223) en el que
decía que "considerar al Padre no un santo, sino un simple beato
en el serio - que no peyorativo sentido de la palabra - es cuando menos
un sarcasmo. Porque entre las muchas debilidades que el fundador del
Opus Dei tenía y que yo conocí y que callo por caridad
cristiana, la humildad no era precisamente una de ellas".
"José María Escriba Albás, que no Balaguer, era un
hombre poseído por el pecado de los ángeles, que no es
otro que el de la soberbia, amén de la vanidad, que le hizo no
sólo renunciar al apellido materno para diferenciarse de los
modestos familiares de su misma especie y clase, sino reivindicar todo
un marquesado como el de Peralta, sin importarle que su hermano -
cuando se hacía llamar tal - lo consideraba una mierda
así de alta". Así lo reconoce su sobrino Carlos
Albás.
En un reciente libro de M. García Viño sobre Josemaría o la
planificación de un santo escrito en forma novelada, se
pregunta el por qué se firma Josemaría en una sola
palabra Llegando a la conclusión de que "se firma así
para distinguirse y para llegar a ser el primer San Josemaría de
la Historia". Era un mitómano de su propio mito. (224)
Mariano Sánchez Covisa ha dirigido una carta abierta a la
atención de los españoles que pertenecen de buena fe al
Opus Dei, fechada el 23 de febrero de 1992, sobre El caso
Escrivá basándose en la cita de la
encíclica del
Papa León XIII Humanun genus
que ordenaba "desenmascarar los
engaños". Sánchez Covisa escribe que "el anuncio de la
beatificación ha incrementado la controversia en la que no sale
bien parado el presunto beato" ni el prelado del Opus Dei Alvaro del
Portillo "antiguo amigo de correrías del Fundador". Entre otras
muchas cosas reveladoras y poco conocidas de la personalidad de
Escrivá y de su obra dice:
"Debe saberse que el Opus Dei, traducción esotérica del
nombre de Teurgia, es una secreta rama masónica y judaica, con
una enorme organización económico-financiera y poderosa
influencia política tanto en España como en el
extranjero, en lucha contra los valores tradicionales, y que chupa,
como sanguijuela, los valores materiales y, en absoluto secreto, ha
edificado un reino de inmensa riqueza que controla empresas, bancos,
universidades, prensa, emisoras, editoriales, y un sin fin de
actividades humanas, como sociedades culturales y partidos
políticos de varias tendencias y dispone de un eficaz y barato
servicio de información a través de las periódicas
confidencias de sus miembros. El Opus Dei no es una masonería,
es la Masonería".
Termina Sánchez Covisa su extensa carta añadiendo que
"los miles de millones, la mayoría procedentes del contribuyente
español, que el Opus ha aportado al Vaticano para tapar su
agujero financiero, explica la influencia de la Obra en Roma y el
audaz, escandaloso proyecto de beatificar al Fundador, en cuyo proceso
prefabricado por miembros del Opus Dei, incluso el médico
avalista del milagro, han impedido aportar opiniones contrarias, lo que
ha hecho confesar a algún Cardenal - Enrique y Tarancón -
que si se consumase la beatificación se apartaría de la
Iglesia".
Se ha constatado que la beatificación de Escrivá puede
servir para distanciar aún más a la jerarquía
eclesiástica de los cristianos de a pie, y puede ser un
detonante y un motivo de división, más que de
armonía, en el colectivo episcopal. El cardenal Tarancón,
que asegura que "el fundador del Opus Dei no fue nunca, no va a ser
ahora santo -beato de momento - de la devoción del prestigioso
cardenal". (225)
Tampoco parecen tener apasionado cariño por la figura de
Escrivá los obispos de Azagra, Ubeda, Setién, Algora,
Echarren, Uriarte o Montero.
No ha sido del agrado de la Santa Sede, que desoyendo las peticiones de
que Escrivá de Balaguer ascendiera sólo a los altares,
fijó para el mismo día la beatificación de una
monja sudanesa, la madre Josefina Bakita, que habiendo sido esclava fue
rescatada de su condición por un Cónsul italiano e
ingresó posteriormente como sierva de las Hijas de la Caridad.
No ha gustado que la beatificación sea compartida y menos con
una humilde monja, lo que podría sonrojar al nuevo beato si se
mirara detrás del espejo, o a muchos de sus seguidores que
fanáticamente han intentado y presionado para que la
beatificación se hiciera en solitario.
Mientras se aproxima el día "D" la editorial del Opus, Rialp, ha
publicado una nueva colección de testimonios, donde se pretende
ensalzar calculadamente la figura de su futuro beato quien les
redundará un buen
interés a la inversión que están realizando,
aunque alguno de los "testimonios" están siendo rectificados
como es el caso del Agustino Eduardo Zaragüeta que ha rectificado
en el siguiente tenor: "No me parece correcto que se publique un
artículo mío del año 75, sin previa consulta. Soy
agustino y no debo implicar en esta cuestión a la Orden a la que
monseñor Escrivá agradecería favores". (226) Esa
alusión hará referencia, entre otros favores, al que le
hiciera a Escrivá el Presidente del Tribunal para la
Represión de la Masonería y el Comunismo cuando
archivó las diligencias abiertas contra el futuro beato. El
Presidente de dicho Tribunal era hermano del también agustino
José López Ortiz, amigo de Escrivá, por quien
intercedió para que no se le juzgara por los cargos fundados que
sobre él pensaban.
Por otra parte, están proliferando narraciones en la prensa
escrita sobre la "doble vida del fundador del Opus Dei"
tildándole de Menudo Santo
donde se resaltan algunos de los perfiles de su engañosa
personalidad: ambicionaba honores y riquezas, nuna habló bien de
nadie, en política fue un hijo de su época, tenía
un humor desigual y era autoritario, criticó a varios papas de
los que llegaba a poner incluso en duda su salvación, era
caprichoso y amanerado, presumía de origen y disfrutó un
título artificial durante varios años, era elitista, su
concepto de la mujer rozaba con la misoginia; como inteligente era del
montón, por eso no llegó nunca a ser obispo, a pesar de
que Franco le incluyera en las ternas...
Al final, el dinero del Opus venció toda posible resistencia.
Hizo reverdecer, a finales del siglo XX, la nueva simonía
santoral. El Vaticano vió así incrementar sus arcas y
disimular sus escándalos financieros a costa del viejo
ceremonial de la beatificación pública en la columnata de
la Plaza de San Pedro en Roma. El 17 de mayo de 1992, se consumó
la beatificación de la farsa viviente.
REFERENCIAS
219. Revista "Cambio 16" (16 marzo 1992), p 16.
220. Diario "El País" (20 marzo 1992).
221. Diario "El Mundo" (15 marzo 1992).
222. Ibid (21 marzo 1992).
223. "El Independiente" (04 agosto 1991), p 71.
224. García Viñó, M., "Josemaría o la
planificación de un santo", Primera Edción (Madrid:
Editorial Libertarias Prodhufi S. A., (noviembre 1991).
225. Revista "Tiempo" (16 marzo 1996), p 50.
226. Zaragueta, Edmundo (marzo 1992).
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