Para descifrar el
enigma de la simulación mejor caracterizada de los tiempos
actuales y resolver el laberinto de forma sorprendente, ha hecho falta
desenredar una madeja enmarañada en una confusa urdimbre. Las
apariencias pueden engañar. Las cosas no son lo que parecen. La
ambigüedad y la confusión son el síntoma de la
actualidad.
Decía León XIII, refiriéndose a
la Masonería, en la Encíclica "Humanum Genus" que
desenmascararla era vencerla. Esa búsqueda de la luz en el
significado real del Opus Dei, buceando en sus raíces,
interrelacionando sus más caracterizados pensamientos y
penetrando en las aguas freáticas y subterráneas que son
las que irrigan la estructura de ese organismo enquistado en la
médula de la Iglesia Católica, es el quicio que vertebra
un libro apasionante por descubrirnos el trasfondo, las entretelas, la
rebotica de la organización que hoy goza de una Prelatura en la
Santa Sede y que está en las jambas de elevar a la santidad a su
polémico y caricato fundador.
La Historia generalmente se narra unas veces por su
aspecto superficial y otras por el anecdótico de cualquier
acontecimiento. Se describen los hechos como si se produjeran de manera
espontánea, sin causa ni origen, lo que conlleva a tener una
visión meramente epidérmica de la pura realidad. Para
conocer a fondo los fenómenos y darles un sentido y una
explicación hay que separar la hojarasca, cuyo mantillo puede
tapar la luz, para hacer visible la otra cara del espejo, la parte
opaca, invisible que es sin duda la que mueve los hilos del
guiñol.
Cuando uno inicia el descenso a las simas más
recónditas e inexploradas, donde las tinieblas ciegan la
percepción, puede hallar la sorpresa de lo que se podría
tildar de inverosímil. El Opus desenmascarado es la historia de
una trama donde realidad y ficción parecen fundirse y conjugarse
como si fueran una aleación perfecta. Ante tales circunstancias
caben dos caminos. Silenciar y esconder en las entrañas
más profundas y telúricas las conclusiones o
evidenciarlas, revelarlas y divulgarlas para general conocimiento. Ante
esta dicotomía, el autor ha optado por la segunda para despejar
la gran incógnita de la ecuación alambicada que el Opus
Dei plantea.
No es un libro escandaloso, ni provocador.
Polémico sí. Se podrá estar de acuerdo o en contra
de su contenido. La indiferencia, la neutralidad y la equidistancia no
es posible.
El libro no agota ni llega a la meta última
aunque si a la instancia superior. Inicia el derrotero, abre un nuevo
campo de investigación hasta ahora inédito. El hombre ha
venido durante toda su historia sobre la faz de la tierra uniendo y
segregando, fusionando o disolviendo elementos, ideas, pensamiento. El
autor ha engarzado a una columna - que podría ser la quinta- el
Opus, con otro pilar, el judaísmo, de fundamento y de
colofón.
La lectura del presente libro es obligada si no se
quiere pecar de incauto, pues la ignorancia no nos eximirá
jamás de las nefastas e irreparables consecuencias. No es un
grito de alarma, sino una consciente voz de alerta para los hombres que
busquen la verdad para ser plenamente libres.
Alfonso Carlos de
Borbón