CAPÍTULO
I
LAS SECTAS Y EL OPUS DEI
7. Captación y el proselitismo
de los miembros
La captación es uno de los primeros deberes que se imponen en
cualquier secta. Para lograr ese objetivo primordial que desde un punto
de vista artístico y plástico podría representarse
en el cuadro de Goya "Saturno devorando a sus hijos", estas
organizaciones emplean cualquier medio para alcanzar su fin, siendo el
engaño y la mentira las armas que utilizan para tratar de
colocar su mercancía, existiendo siempre una disociación
entre la propaganda que se exterioriza y la realidad que se vive en el
interior.
Los expertos en la materia explican que la mentira aplicada a la
captación adquiere todas las variantes posibles, desde la
mentira verbalizada explícitamente, hasta la mentira por
"omisión", pasando por la ocultación de identidad y
finalidades de la secta. (86)
De la captación de una de estas sectas destructivas nadie puede
sentirse inmune al peligro, nadie puede estar seguro de no caer en la
tentación, nadie puede ufanarse de ser alérgico a las
redes cautivas de estos grupos, dado que la necesidad de creer en algo
trascendental es consustancial al ser humano, la sociabilidad del
hombre tiene componentes psicólogos que, en un momento
determinado y si es nuestra hora baja o crítica, podemos
cualquiera ser presa fácil de este tipo de grupo.
Cualquier persona tiene momentos de crisis, de baja, de ruptura y son
precisamente esos instantes, las situaciones de depresión por
cualquier problema o circunstancia de relación, de afecto o
coyuntura de cualquier índole o naturaleza, cuando es el
instante más propicio e idóneo para ser abordados por los
adeptos. Se busca y procura,
en los jóvenes, las épocas de exámenes, cuando el
stress es mayor, lo que puede provocar ciertos desequilibrios en la
personalidad, o bien cuando se está retirado del ambiente
familiar o afectivo y en cualquier circunstancia próxima a la
soledad.
Casi siempre se repite el mismo cuadro, la idéntica escena
puesta en acción por las sectas para favorecer el proselitismo,
que empezará por una conversación trivial, motivadora,
agradable, que concluirá con una invitación (87) para asistir a una
conferencia gratuita sobre tal o cual tema, un convite a una
reunión donde conoceremos a un grupo de amigos, para ir a comer
o cenar donde se pueda hablar con mayor relajación, para pasar
un espléndido fin de semana en una "preciosa casa de campo",
para hacer un retiro espiritual o para realizar cualquier otra
actividad siempre gratificante.
Si se accede a la generosa y solícita invitación se va a
encontrar uno inmerso en un ambiente preparado, artificial, ilusorio y
fantástico, donde se presentará un mundo de "maya" y de
ilusión, donde se ve a gente sonriente y feliz, en un ambiente
distendido y de gran camaradería, que se van a preocupar y a
interesar por el nuevo "amigo" que accede, al que van a deparar una
bienvenida de gran cordialidad.
Se interesarán por sus problemas, sus aficiones, sus angustias,
sus temores, sus amenazas y sus resistencias, de forma amable. El
incipiente se encontrará agasajado y comprendido. Se
pondrán de manifiesto sus preocupaciones y sus esperanzas, que
alguno de los presentes manifestará que le comprende
perfectamente, porque así se encontraba él en el pasado
hasta que encontró el camino de la superación. Todo lo
que diga el incauto va a ser registrado y anotado, para ir abriendo la
ficha del potencial miembro y le será puesta de manifiesto por
algún dirigente en el futuro haciendo uso de esas incipientes
inquietudes manifestadas, pudo evitar los temores y lograr sus
expectativas merced al descubrimiento de una nueva dimensión
espiritual.
Siempre la leva de nuevos adeptos es de forma personal, por contacto
directo, por relación humana con algún miembro o adepto
de la secta.
En un valioso informe acerca de psicología empleada en el
proceso de conversión a determinadas sectas perniciosas,
realizado por el Dr. John G. Clark en equipo con otros especialistas
del Hospital General de Massachusetts, se describe ampliamente la
metodología que emplean para la captación de la juventud.
- Jóvenes que, cualesquiera sean
sus vínculos naturales, sufren las transformaciones
psicológicas propias del paso a la madurez. Los miembros de las
sectas encargados de ganar prosélitos frecuentan bibliotecas,
lugares de reunión en las universidades, etc.
- Persuasión: se invita al futuro devoto a asistir a un curso de
asesoramiento destinado a eliminar sus problemas. Durante estos
contactos iniciales y en las primeras reuniones dentro del
ámbito de la secta, los reclutadores hacen lo posible para que
la comunidad religiosa le resulte sumamente atractiva al recién
llegado. Le hacen conmover profundamente, expresándole el gran
interés que tienen en su bienestar, tratándole incluso
con cariño y prestando una calculadora atención a sus
ideas, aficiones y esperanzas.
- Conversión: los miembros de confianza, entrenados previamente
para este cometido, no dejan solo al aspirante ni un momento,
acompañándolo incluso hasta la puerta del lavabo.
- Adoctrinamiento: una de las consecuencias de esta reeducación
es la de polarizar la actividad mental del devoto, induciéndole
a creer que la secta representa todo lo bueno y provechoso que necesita
y que las demás asociaciones son perniciosas, incluso perversas,
por lo que hay que evitarlas a cualquier precio o manipularlas para
ponerlas al servicio del nuevo miembro.
- Mientras prosigue el adoctrinamiento, los líderes y directores
espirituales no pierden ocasión de conjurar el espectro de
castigos sobrenaturales que penan la desobediencia. La
redención, la santidad y la salvación les está
reservada a los creyentes y practicantes convencidos. (88) Así, poco a
poco, se ha ido convirtiendo en otro hombre distinto de que
anteriormente era.
En cuanto a las respuestas del por qué el hombre en la
actualidad entra a formar parte de una secta, pueden ser varias
según predomine la necesidad interrelacional del ser humano
compartiendo una vida comunitaria, la necesidad de la trascendencia, el
remedio a los males que nos aquejan, la afinidad compartida de una
determinada creencia, la necesidad inherente de lo místico y lo
religioso, la necesidad de encontrar remedio a nuestras frustraciones o
ayudas y socorros mutuos a nuestras necesidades, la aspiración a
un mejor posicionamiento social, etc.
En la obra El mundo secreto del Opus
Dei de Michael Walsh se explica, de forma pormenorizada, el
fenómeno del proselitismo en el seno de la Obra. (89) Cuando una persona no
tiene celo para ganar a otros es porque su corazón no late.
Está muerta. Y podemos aplicarle aquellas palabras de la
Escritura "Iam foetet, quatriduanus est enim" (Juan, 11-39), "Ya se
descompone -literalmente apesta -porque ya lleva muerto cuatro
días". Esas alma, aunque estuvieran en la Obra estarían
muertas, descompuestas, iam foetet. Y yo, dice el Padre (Escrivá de Balaguer)
no voy a ninguna parte con cadáveres. Yo entierro a los
cadáveres.
Buscar adeptos es una obligación primordial, es algo que debe
exponerse cada semana en los círculos: hasta donde ha cumplido
un individuo su tarea de "pesca" - la palabra del Opus - de nuevos
miembros. "Es el momento de contar. ¿Cuántas vocaciones
has traído?" "Nuestro apostolado personal se dirige en primer
lugar, a preparar a nuestros amigos en el trabajo de San Rafael". El
apostolado de San Rafael es el término que usa el Opus Dei para
la búsqueda de miembros jóvenes ("Yo no digo -concluye el
Padre - que no podamos encontrar vocaciones entre la gente mayor, pero
eso... es algo difícil") que podrían después si
son adecuados, ser reclutados para ser miembros plenos y célibes
(el apostolado de San Miguel), o formados como padres de familia (el
apostolado de San Gabriel). "Que de buena gana te reíste cuando
te aconsejé poner tus años jóvenes bajo la
protección de San Rafael para que él te guiara, como hizo
con el joven Tobías, hasta un santo matrimonio con una chica que
sea buena, bonita y rica" (Escrivá).
Los que tienen amigos entre los miembros del Opus pueden sentirse
molestos de saber que su amistad se considera un medio para atraer a
nuevos adeptos. Una vez ganados, los profesionales los reemplazan para
seguir con los procedimientos de la organización.
El apartar a los hijos de sus familias va de la mano con la
creación de una cada vez mayor relación de dependencia
con el Opus. (90)
El siguiente testimonio de un sacerdote catalán nos relata su
propia experiencia. (91)
Nos decían "vengan con nosotros, vengan a nuestra casa, a
nuestro local. Tenemos charlas y oraciones con otros muchachos que
tienen los mismos problemas que Uds. Allí encontrarán un
ambiente en el que se encontrarán bien. Uds. podrán
progresar en el orden espiritual". Algunos amigos detrás de
mí, me han perseguido, me han encerrado durante varios meses. Y
yo no sabía que pertenecían al Opus Dei. De repente, me
di cuenta de ello. Y era muy difícil escapar a su
presión, a su constancia, Ud. comprende.
"Yo entré en el Opus Dei por todo esto, como otros. Y hasta
después no me di cuenta que esto era una trampa, una asechanza.
Es necesario estar dentro para darse cuenta. Yo hice el camino que es
necesario hacer. Fui con ellos. Asistí a sus pláticas,
etc. Inmediatamente se me designó un director espiritual, un
laico, que hacía tu plan de vida, es decir, lo que se
debía hacer desde levantarse hasta acostarse, lo que se
debía hacer y lo que no se debía hacer. Se debía
rendir cuentas de nuestros actos regularmente todas las semanas, a
nuestros responsables. No había que ocuparse de nada. Cuando se
tenía un problema interior, se debía exponerlo al
director espiritual, quien daba la explicación, la
solución. Se tenía la conciencia para él. Esto era
cómodo. Esto ha contribuido grandemente al éxito del Opus
Dei. Yo me fui cuando me di cuenta de que aquello era un
encarcelamiento progresivo".
Por lo general la opinión pública desconoce los
métodos con los que el Opus actúa sobre la juventud
española. (92)
Sus sistemas de proselitismo son similares a los empleados por las
sectas orientalistas que proliferan en occidente y los conflictos cada
vez son más numerosos con padres cuyos hijos menores han sido
reclutados por la Obra.
Las sectas, como el Opus, se dedican al negocio de la enseñanza
como actividad propicia para la captación de nuevos adeptos,
utilizando la docencia y las aulas como laboratorios donde comienza el
proceso de selección y recepción de futuros miembros.
Sobre el Opus Dei pesan muchas y muy fundadas acusaciones sobre la
manipulación sectaria que ejercen sobre el alumnado que acude a
sus centros pedagógicos.
La infiltración del Opus Dei en los liceos ofrece innumerables
ejemplos. Los mejores elementos son sin cesar objeto de invitaciones
diversas. Esta manera expeditiva de actuar tiene cierto éxito
entre las clases burguesas. Se buscan los elementos más valiosos
para sostener al Opus y toda su parafernalia.
Escenas como la siguiente se suceden cada vez con más
frecuencia. "El Opus ha secuestrado a nuestra Conchi". Los guardias
civiles del pueblo de San Vicente (Alicante) no podían dar
crédito a sus oídos cuando un matrimonio de conocidos
comerciantes locales acudió a la comandancia del puesto de la
benemérita, en enero de 1988, con tan insólita
acusación.
Las acusaciones de estos padres, buenos católicos en su
mayoría, contra el Opus Dei, son principalmente por haber
secuestrado a sus hijos menores, haberles hecho un lavado de cerebro y
anulado su voluntad, enfrentándolos con las propias familias, a
las que se ha mantenido ignorantes, a la vez que las explotaban
económicamente.
Es significativo lo que le sucedió al Sr. Mosquera, (93) un podólogo de
Barcelona que acudió a la jefatura de la policía de
Vía Layetana para denunciar el caso de su hija María
Pilar. La joven se había ido a Viena a estudiar música
mientras trabajaba como au pair
en casa de una familia del Opus y había sido sometida a un
verdadero acoso por parte de gente de la Obra que, según ella,
la perseguían e incluso allanaron su domicilio y le boicotearon
los exámenes como forma de presión. "Me atendió un
sargento de la policía nacional muy amable -explica Mosquera -y
cuál no sería mi sorpresa cuando, tras explicarle mi
historia me dijo: ¡qué me va Ud. a contar! Yo tengo una
hija de 19 años que por poco me la vuelven loca los del Opus".
En Oviedo, la Directora del Club Montealegre, uno de los más de
100 que el Opus mantiene en toda España, recibió un
requerimiento notarial a través del cual los padres de una chica
de 17 años que frecuentaba el club, le exigían que se
abstuviera de mantener toda relación con su hija, al mismo
tiempo que negaban la validez a cualquier voto que la menor hubiera
podido hacer y advertían que no atenderían las
necesidades de la joven en el caso de que se fuera del Opus. (94)
Todo este montaje al que de forma sinuosa se le denominaba
acción apostólica, pero que con propiedad debería
llamársele exclusivamente "proselitismo"(95) en el Opus recibe la
denominación de "santa coacción".
"No nos importan las estadísticas" asegura Escrivá. Pero
sí importa, y mucho, el número de los que piden la
admisión en la Obra cada año. Incluso se llegan a fijar
cupos por casa o ciudad, y se exhorta con vehemencia a los socios para
que no dejen de lograr esas cifras.
Sobre el tema de la captación de jóvenes, Juan de Cozar
Martin de la Línea de la Concepción, en la provincia de
Cádiz, revela (96)
como esta secta religiosa, mediante unas técnicas muy bien
estudiadas (lavados de cerebro, confidencias periódicas,
coacciones de conciencia) deforma a los jóvenes de tal manera
que hacen que pierdan primordialmente el cariño a la familia,
desconectándolos de sus padres y hermanos. Los despersonaliza y
los convierte en máquinas programadas únicamente para su
conveniencia, exprimiéndoles como a un limón.
Eva Jardiel Poncela, la hija del famoso novelista español, nos
narra su experiencia personal, (97)
"mi primera experiencia con el Opus, sinceramente, me dio asco. Esa es
la verdad. No lo podía creer. Me pareció imposible, y
pensé en cuanta gente que como yo atravesaría un mal
momento en su vida se haría del Opus Dei sólo por
cobardía y dí gracias a Dios por no haber nacido cobarde".
Los principales medios de formación en el Opus Dei son los
cursos y retiros, que suelen tener lugar en casas especialmente
preparadas, situadas lejos de los núcleos urbanos importantes.
Hay casas para miembros numerarios, clero diocesano, chicas, en las que
la categoría social y el status de los asistentes son
discriminatorios. (98)
Así, en un curso de chicas numerarias nunca aparecerán
chicas de servicios -salvo para la limpieza de la casa-, de igual modo
que al retiro de un hombre de negocios, no irá nunca un obrero.
Según la duración y el momento psicológico hay
cursos y convivencias, cursos de retiros, círculos breves, etc...
Tal es la manipulación a la que se somete a los alumnos, que a
veces saltan a la prensa noticias en las que los organismos oficiales
se ven obligados a investigar irregularidades en los centros de
enseñanza del Opus, por denuncias de las familias de las
alumnas. (99)
El Departamento de Enseñanza de la Generalitat de
Cataluña investiga supuestas irregularidades en el Instituto de
formación profesional "Centro de Estudios El Vallés",
internado femenino ubicado en la localidad vecina a Barcelona de San
Cugat del Vallés y propiedad del Opus Dei, averiguaciones que se
iniciaron a raíz de la denuncia presentada por la familia de la
alumna Gema Saiz Broch.
Según la madre de la alumna María Broch, "El Opus utiliza
sus escuelas para captar menores" (100) "El porvenir de mi
hija es ser sirvienta de las casas del Opus Dei, que son preciosas y
limpias como chorros del oro gracias a esta rama de auxiliares
numerarias que trabajan gratis. ¿Si a mi hija no le hubieran
comido el coco no hubiera hecho a los 16 años votos de
sirvienta?"
El centro carecía de permiso para dar clases de hogar y la
inspección ha propuesto expedientar al internado y entre las
medidas que podrían adoptarse figuran la cancelación del
concierto económico, un apercibimiento de cierre del centro o la
retirada de la licencia de funcionamiento académico. El
sacerdote Don Luis Hernández, que ocupa la alcaldía de la
localidad de Santa Coloma de Gramenet, ha remitido una carta al
Presidente de la Conferencia Episcopal, Angel Suquía, (101) en la que acusa al
Opus de "cometer graves atropellos contra la libertad de las personas
en su afán de captar adeptos" afirmando que "la formación
que se imparte en los centros dependientes de la Prelatura -Opus Dei-
no es profesional, sino orientada especialmente a convertirlos en
ciegos seguidores del Opus".
La selección se hace entre los colegiales, los bachilleres, los
estudiantes. Estos pueden haber sido "elegidos" desde la edad de trece
años (102)
y a partir de este momento, son objeto de estrecha solicitud por parte
de los agentes de reclutamiento de la Obra, quienes tienden alrededor
de ellos sus redes cada vez más apretadas. Se les invita a los
círculos, a las reuniones, a las excursiones... En seguida se le
asignará al candidato un director espiritual. Después,
hacia los quince años, si está maduro, si entra bien en
el molde, escribirá una carta al "Padre", "solicitando ser miembro
del Opus Dei". Esta adhesión al Padre es un fenómeno
central.
Susana Crespi Boixador, de dieciocho años, consiguió
salir, como ella confiesa, "de aquel infierno". Su padre Jaime Crespi
opina: "los hijos no nos pertenecen para siempre. Pero si mi hija se
tira al río para ahogarse, yo me lanzo a salvarla. Y esto es lo
que pasó en el Opus. Ella entró en una espiral de
seguidismo que anuló su voluntad". Ahora, desde la verdadera
libertad de Susana Crespi, que cuando piensa en las chicas que
aún están atenazadas por el Opus se entristece, quiere
enviar a sus amigas un mensaje lleno de amor y sinceridad, pues afirma
categóricamente (103)
que "el Opus es peor que una secta. Te reclutan cuando eres una
niña sin que te des cuenta, y con el paso del tiempo te
conviertes en un autómata sin capacidad para discernir entre lo
bueno y lo malo. Lo único "bueno" es lo que ellos te inculcan".
A nivel universitario (104)
la Universidad de Navarra, propiedad del Opus Dei, se ha convertido en
un inmerso semillero de "apóstoles" del Opus, siendo la mayor
base de reclutamiento que posee la Obra en el mundo.
Después del proselitismo y la captación vienen los VOTOS
que al principio se hacen por un año y se renuevan durante cinco
- la denominada oblación; el siguiente paso es la
incorporación jurídica a la Obra, lo que se llama hacer
la "Fidelidad" -que es la culminación del proceso de
despersonalización.
REFERENCIAS
86. Rodríguez, "Esclavos de un Mesías", p 54.
87. Rodríguez, "Las sectas hoy y aquí", p 22.
88. "Cuadernos de realidades sociales", No. 35/36, pp 34-37.
89. Walsh, Michael, "The Secret World of Opus Dei" (Barcelona: Plaza
& Janés, 1990), pp 172-173.
90. Ibid, p 175.
91. "Le Vaillant", pp 209-210.
92. "Tiempo" (11 Abril 1988), p 11.
93. Ibid, p 13.
94. Moreno, María Angustias, "El Opus Dei, anexo a una
historía", op cit, p 218.
95. Ibid, p 69.
96. "Tiempo" (04 Agosto1986).
97. Jadiel Poncela, p 13.
98. Ynfante, "La prodigiosa aventura del Opus Dei", p 120.
99. Diario "El País" (06 Diciembre 1989), p 28.
100. Ibid (08 Diciembre1989), p 28.
101. Ibid (06 Enero 1990), p 23.
102. Vaillant, pp 64-65.
103. Revista "Interviú".
104. Ynfante, "La prodigiosa aventura del Opus Dei", p 80
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