CAPÍTULO II


LA VIDA OCULTA DE ESCRIVÁ DE BALAGUER


6. Escrivá y las mujeres


No es un secreto para nadie que Escrivá es "antifeminista". (111) En vida dejaba constancia incluso por escrito que en "el Opus Dei no habría mujeres ni de broma", (112) aunque le conviene en un momento determinado cambiar de estrategia y fue así como el 14 de febrero de 1930 instituyó la rama femenina que una vez constituida la abandonarían todas la mujeres y "esta deserción significó un rudo golpe para Escrivá que acentuaría su carácter misógino". (113)

En Camino expuso sus ideas sobre el valor y el papel de la mujer, relegado a niveles secundarios, auxiliares, segregacionistas y discriminatorios. No hay duda de que las mujeres reciben un trato injusto por parte del Fundador del Opus Dei y que su libro de cabecera está lleno de citas y apostillas que no dejan lugar a confusión sobre el concepto que de la mujer tenía Escrivá. Podemos leer en Camino "Ellas no hace falta que sean sabias: Basta que sean discretas" -946 - "insinuando que la discreción les parecerá una virtud lo bastante difícil de conseguir". (114)

En la nueva constitución de la Obra no se contempla que las mujeres lleguen a puestos de elevada responsabilidad. Los miembros femeninos deben asumir tareas tales como trabajar en librerías y bibliotecas, alentar a otras mujeres en la modestia, educar a las chicas en escuela de un solo sexo y preparar a sirvientas para el trabajo doméstico, oficio y dedicación principal y predominante de las mujeres del Opus Dei, que deben también limpiar y cuidar de los templos y capillas y que se las debe utilizar en misiones de apostolado como gancho para reclutar mano de obra barata o económica creando siervas y criadas donde poder obtener la "santidad" al servicio de sus ditirambos.

Escrivá no se ruborizaba cuando decía que los hombres no duermen en tablas porque después de un día de trabajo intenso necesitaban descansar. (115) Por lo visto, al contrario que las mujeres "no debían poner su cuerpo en vereda".

La fundación de la rama femenina del Opus Dei es también, no podía ser de otra forma, de inspiración divina y pese a su inicial y férrea oposición a la integración inicial de la mujer en la obra de Dios; cuenta María del Carmen Tapia como estando en 1930 diciendo misa el padre Escrivá en el oratorio privado del Sol Casanova, una marquesa madrileña, Dios le inspiró durante la celebración el nuevo rumbo, pues manifestó "yo no os quería, os tenía miedo. Empecé la misa sin saber nada y acabé sabiéndolo todo". (116)

La creación de esa sección femenina se hacía para cumplir el deseo inicial de Escrivá de que las mujeres fueran "la inyección intravenosa en el torrente circulatorio de la sociedad" pues seguía considerando que "el estado habitual de una supernumeraria casada era el embarazo". (117) Teoría recogida y expuesta por el sacerdote del Opus Jesús Urteaga que en su libro Dios y los niños escribía el desprecio a la mujer y la convicción de que ella es objeto de impureza: "si vosotras no tenéis hijos, terminaréis teniendo perros" o "las mujeres se salvarán teniendo hijos". (118) Toda una teoría de caridad cristiana y amor al prójimo.

La visión de lo femenino en la Obra se puede resumir en "que las mujeres tienen la culpa de 80% de las infidelidades de los maridos porque no saben conquistarlos cada día" y aconseja que "la mujer casada tiene que ocuparse primero del hogar; recuerdo una copla de mi tierra que dice "la mujer que por la Iglesia deja el puchero quemar, tiene la mitad de ángel, de diablo la otra mitad". A mí me parece enteramente un diablo". (119)


REFERENCIAS

111. Artigues, p 122.
112. Le Tourneau, p 11.
113. Ynfante, "La prodigiosa aventura del Opus Dei", p 14.
114. Walsh, p 118.
115. Diario "El País" (01 mayo 1988), p 9.
116. Moncada, "Historia oral del Opus Dei", p 104.
117. Ibid, p 126.
118. Le Vaillant, pp 29-30.
119. Carandell, p 103.


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