CAPÍTULO II


LA VIDA OCULTA DE ESCRIVÁ DE BALAGUER


1. La mentira sin piedad


Las biografías sobre el "Padre" adolecen de una cuestión fundamental en el relato de los hechos mundanos y peregrinos del líder carismático del Opus y es la falsedad y la mentira como norma, la ocultación de datos y referencias esenciales de su vida que condicionan y disturban su verdadera personalidad. Se nos ha presentado un retrato de Escrivá que se aleja bastante de la realidad, es una fotografía retocada, edulcorada, falsa y engañosa.

Es impresionante, desde luego, la capacidad de "monseñor" para todo tipo de montajes. Montajes que, indudablemente, han sido los que le han hecho "grande". Y es que el Padre es él y su montaje (1).

Una gran parte del aparato de propaganda y publicidad que el Opus Dei tiene instalado con gran dispositivo de medios, se encarga de difundir y divulgar algunos trazos manipulados del perfil de Escrivá, resaltando con pasión, y no sin ciertos tintes extremosos, un curriculum vitae hecho a medida de incautos e ingenuos, donde se ponen de relieve y se resaltan, agrandándose hasta extremos inimaginables, algunos presuntos detalles de prestigio, mientras "se ocultan importantes datos de su biografía y se escamotean informaciones de gran significación para el enjuiciamiento de la Obra por él fundada". (2) Exhaustivamente se mencionan, con pomposidad grandilocuente, aspectos que son signos positivos en el haber de cualquier ser humano, a sabiendas de que se miente con descaro y sin piedad.

En las biografías encomiásticas hechas a su instancia que circulan sobre el personaje, se destaca su preparación académica, atribuyéndole una serie de estudios y títulos sin ninguna justificación. Así por ejemplo entre las mentiras más extendidas se encuentran las que le atribuyen que "era superior del Seminario Francisco de Paula de Zaragoza", mentira. Que fue "Profesor de Derecho Canónico y Derecho Romano en Zaragoza y en Madrid", mentira. Que "alcanzó el grado de Licenciado en Sagrada Teología por la Universidad Pontificia de Zaragoza", mentira. Que "impartió clases de Ética General y Moral (Deontología) en la Escuela de Periodismo de Madrid", mentira. Lo curioso y chocante es que es Doctor en Derecho por la Universidad de Madrid sin nunca haber pisado una Universidad en toda su vida (3) y gracias a la tesis doctoral que fue redactada íntegramente por, al parecer, el confesor de Franco, Padre Bugar.

Pero los embustes y la farsa sobre Escrivá no le limitan sólo al terreno de unos estudios que nunca cursó, sino a tratar de procurarle un linaje, llegando a escribir que "era de antigua y limpia estirpe por ambas ramas del árbol genealógico", mentira, camelo y cuento. Que con "15 años se había ya enterado de su elección divina de fundar el Opus Dei", invención. Que "se le había aparecido la Virgen con una rosa en la mano pidiéndole la fundación del Opus Dei", mentira. Que "el Opus Dei fue fundado en 1928 por encargo divino", mentira. Que "ejerció una intensa labor pastoral en parroquias rurales", mentira, o que, "desde 1927 inició una intensa labor pastoral entre los pobres y enfermos de las barriadas extremas y los hospitales de Madrid", mentira y camelo para prefabricar un producto genuino de laboratorio, cuando se sabe que la realidad era bien diferente. Estas patrañas han sido fabuladas y repetidas insistentemente para darles el marchamo de verosimilitud, basándose en que una mentira repetida mil veces puede llegar a ser considerada como verdad incuestionable.

Al parecer, pues, queda al descubierto el móvil de las tergiversaciones y los falsos datos biográficos, que consisten, principalmente, en querer demostrar que Escrivá hizo de todo: superior de seminario, cura párroco de aldea, abogado, etc (4). Y así, todos los esfuerzos de estos pseudohistoriadores del Opus se centran en ofrecer, para el consumo interno de la Obra de Dios y algún otro incauto la figura sacerdotal, universitaria y secular del fundador del Opus Dei, habiendo sido el mismo Escrivá de Balaguer el primero que estuvo firmemente interesado en mantener la mentira de su propia vida.

Si por una parte se han propagado hechos inciertos, cuentos y paparruchas sobre la vida del "Padre" hay otros, los auténticos, genuinos y verdaderos que se han mantenido en el más estricto secreto, guardando celosamente el sigilo de cuestiones importantes y determinantes de su existencia como son la ascendencia judía de Escrivá de Balaguer, las raíces criptojudías de su doctrina, su propio y corto desarrollo intelectual hasta su concepción del Opus Dei, sus inspiradores ocultos, la condición de homosexual de Escrivá, sus conexiones con ciertas ramificaciones de la subversión y, por supuesto, el objetivo real y último de la fundación cuya mecha prendía.

¿Quién ha sido el inventor de esta novela biográfica que se nos ha facilitado por el Opus para confundirnos? El propio Escrivá, conocedor de las tácticas sectarias que se ha dado a sí mismo una imagen y una sombra que no son ni el espectro de la cruda realidad. La sugerencia sobre su autoinvención hecha a sus confabulados adeptos y esparcida por ellos ha dado como resultado la mitificación engañosa de una figura vulgar y en muchos aspectos despreciable.

Existe una duplicidad, un desdoblamiento, una disyuntiva en la personalidad de Escrivá. El auténtico y el falso, el real y el mítico, el de laboratorio y el de carne y hueso, la cara amable y la cara amarga, los opuestos, el que nos quieren vender con autobombo y publicidad y el que era en realidad, el superficial y el oculto, el público y el de entre bastidores.

La creación del mito, la "divinización" de su figura es una de las técnicas empleadas en todas las sectas para convertirlo en culto de adoración y punto inaccesible, referencia para los enganchados y seguidores del carismático líder que, con un adecuado lavado de cerebro, su pensamiento y su sentir está centrado obsesivamente en la figura del líder para manipularlos con objeto de explotación.

Se mezcla en la biografía del Padre ficción con realidad, confundiendo intencionadamente hechos con tendenciosidad y sobre todo diciendo en muchas ocasiones exactamente lo contrario de lo que es de facto.

El engaño muchas veces se consigue con el mero cambio semántico de los conceptos, vaciando las palabras de su sentido original y llenándolas con otro contenido, como ha sido el caso de Escrivá, que ha utilizado terminología cristiana en la concepción de su obra para introducir, subrepticiamente, un sentido egoísta y judeo-talmúdico en nuestra sociedad.

Es tan artificial su biografía que oculta y reniega incluso de su verdadero nombre de Escrivá, el de su nacimiento, el de su partida en el Registro Civil, el apellido de su progenitor, que etimológicamente significa el "doctor e intérprete de la Ley entre los hebreos" (5) por el "Escrivá de Balaguer", que no lo era, ni lo es.

La única explicación del Opus es la figura del Padre, lo que presupone que para comprenderlo es necesario entender la estructura espiritual de su fundador.

Tiene razón José Ortega, catedrático de Derecho Penal, que respondía así a una entrevista periodística de urgencia el 26 de junio de 1975: "He leído una biografía de D. Josemaría Escrivá. Luego, he pensado en el hombre; y he llegado a la conclusión que D. Josemaría no es biografiable". (6)

La abstrusa personalidad del padre es inaccesible al entendimiento normal, razón por la que no es comprendido es su exacta dimensión de falsificador. El análisis presupone estudios y conocimientos de tipo antropológico-históricos y caracterológicos que conllevan un notable esfuerzo intelectual.

La auténtica biografía del Padre es una de las cuestiones tabú que se ocultan y que está desorbitada. La literatura a nuestro alcance sobre el particular silencia o disimula los grandes hechos que son incontrovertidos: Que la esencia del Opus es una sola persona: la Obra es el Padre y su personalidad es la piedra angular sobre la que se sostiene todo el edificio de la Obra. De ahí que nos hayamos impuesto, siguiendo la directriz del Papa León XIII en su encíclica "Humanum Genum" (1884) desmitificar a los falsos mitos y desenmascaran los engaños, que puede ser un lema apropiado para adentrarnos en la vida íntima y oculta de este personaje de cartón-piedra simulador y enigmático, que es el promotor del Opus.

Florentino Pérez Embid, biógrafo oficial de Escrivá de Balaguer repite con insistencia sospechosa que "el desarrollo de la Obra en todos los aspectos es la biografía misma de su fundador", o también "la Historia del Opus Dei es la biografía misma de su fundador" (7).

A estas alturas aún no se conocía lo más trascendental para indagar desapasionadamente la realidad de Escrivá y de su Obra. (8)

Yvon Le Vaillant escribe que "con frecuencia se pregunta uno si los dirigentes de la Obra, comenzando por el fundador, han decidido de una vez por todas reírse del mundo" (9). Y es el rictus de esta sonrisa farisaica el que vamos a tratar de desentrañar.


REFERENCIAS

1. Moreno, "El Opus Dei, anexo a una historia", p 139.
2. Carandell, p 165.
3. Moreno, María Angustias, "La otra cara del Opus Dei" (Barcelona: Planeta, 1970),p 34.
4. Ynfante, "La prodigiosa aventura del Opus Dei", p 7.
5. Diccionario Enciclopédico CODEX, p 504.
6. Bernal, p 9.
7. Ynfante, pp 9-10.
8. Moreno, "La otra cara del Opus Dei", p 25.
9. Le Vaillant, p 9.


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