CAPÍTULO III


CRIPTOJUDAÍSMO Y EL OPUS DEI


6. El Opus Dei y la cuestión judía


El escritor y ensayista Alfredo Marquerie, conocido en el mundo de las letras españolas por su elegante crítica teatral, hacía la siguiente valoración de los miembros de la Obra: "Creo que los del Opus son nuevos cristianos". (114) El término de cristiano nuevo se acuñó para designar a los marranos y conversos, a los criptojudíos, a los cristianos. Aunque quizá fue más una intuición que una reflexión, no estaba exenta de razón.

Hay que revelar una noticia que ha pasado desapercibida para la mayoría pero que demuestra hasta qué punto el Opus Dei es una organización judía que opera como quinta columna infiltrada en las fibras más profundas de la Iglesia Católica. El día 10 de mayo de 1968 la Agencia de Noticias EFE difundía, fechada en Nueva York, la noticia de la que al día siguiente algunos periódicos del mundo se harían eco e insertarían en sus ediciones y que textualmente decía:

"Con la asistencia del arzobispo católico de N.Y, Terence Cooke, y un grupo de familiares y amigos, se celebraron en la sinagoga "Emmanuel" de esta capital las honras fúnebres de Sol A. Rosenblatt, fallecido en Biarritz (Francia) el 4 de mayo a los 67 años de edad, como consecuencia de un ataque al corazón.

El Sr. Rosenblatt fue un famoso abogado neoyorquino y asesor jurídico del fallecido cardenal Spellman en la archidiócesis de N.Y.

"Recordamos con afecto su generosa vida, su talento, su lealtad y su disposición de espíritu para todos aquellos que necesitaban su ayuda" dijo el arzobispo de Nueva York en unas palabras de recordatorio para la figura de Sol A. Rosenblatt, al término de los servicios religiosos celebrados en la citada sinagoga.

"Esta ha sido la primera vez que un arzobispo católico asiste a los servicios religiosos judíos en una sinagoga. A monseñor Terence Cooke le unía una gran amistad con el difunto.

"Sol A. Rosenblatt, amigo personal y colaborador legal en tiempos del presidente norteamericano Franklin D. Rooselvet, fue también un gran amigo de España. Recientemente el gobierno le concedió la Cruz de Isabel la Católica por su promoción de la comprensión internacional.

"El conocido abogado neoyorquino también mantenía una oficina jurídica en Madrid, siendo amigo personal de numerosas autoridades y abogados españoles, entre los que se encuentran el Ministro de Educación y Ciencia Sr. Villar Palasi -miembro del Opus Dei-.

"Entre los familiares asistentes al funeral se encontraba su esposa, Estrella Carrol Boissevain que llegó anoche procedente de Madrid y sus dos hijos, Richard y Robert, abogado y banquero respectivamente.

"Sol. A. Rosenblatt, nacido en Omaha (Nebraska) estudió en la Universidad de Harvard, donde se graduó en Leyes en 1924". (115)

Conviene agregar a esta noticia de los funerales y oficios religiosos del judío Sol A. Rosenblatt que en 1964 circulaba en los medios y entre las notas y ecos de sociedad que era un asiduo de la Costa Azul y era el hombre fuerte de las finanzas, el tesorero del Opus Dei. (116) ¿Cómo es posible que una supuesta corriente cristiana, tan adicta al dinero como el Opus Dei, tuviera como responsable de las finanzas a un afamado judío practicante? A veces los hechos son mucho más expresivos y elocuentes que las propias palabras.

La primera vez que una revista católica ensambla al Opus con los judíos fue en el número correspondiente al mes de enero de 1990 de la publicación mensual "Tradición Católica" en la que apareció un titular destacado, en letras de molde de varios ciceros cuyo texto era el siguiente: "Opus y Judaísmo. Táctica del sabotaje" (117) La revista empezaba a vislumbrar la clave del enigma y del fenómeno Opus.

Ya es significativo y sintomático que al Opus -que se presenta como ultracatólico sospechosamente, con la fe del converso -puedan pertenecer personas "no cristianas" y "donde hay una gran representación judía, lo que puede explicar el rápido auge financiero y la influencia de la Obra en la alta economía". (118) Y lo que es más insólito aún, al Opus pueden pertenecer incluso los no creyentes. Según el periodista judío del N.Y. Times Herbert L. Matthews, gran conocedor del Opus, "nunca se tiene seguridad respecto a los miembros de este organismo, que trabaja en gran secreto en cuanto a nombres, número, actividad..." (119) Cuando todo se quiere ocultar, cuando la verdad misma se disimula, alguna razón poderosa deberá existir para enmascarar la Obra de Dios con tanto misterio.

Escrivá recibía, según varios autores, a numerosas personas: católicos, cristianos de distintas confesiones, judíos, agnósticos, etc. "que deseaban conocerle y pedirle consejo". (120) Los judíos no se sabe si iban o venían, si se acercaban a recibir consejos o a dárselos.

Tuvo exquisitos cuidado Escrivá en abrir las compuertas para que desde dentro de la Iglesia, a través del Opus Dei, operaran gentes no sólo no católicas, sino incluso anticristianas. Esta posibilidad se la brindó por medios de los "socios cooperadores" aunque resulta difícil comprender cómo una persona que no cree, que no siente, que no profesa unas creencias religiosas, pueda ayudarla, a no ser que la ayuden a destruirla como caballos de Troya. Las cuatro categorías de los miembros opusdeístas pueden ser: numerarios, supernumerarios, oblatos y "cooperadores" y es en este cuarto poder dentro de la Obra por donde penetra un tufillo de insinceridad y donde se sitúa, para no levantar sospechas, el estamento judío puro.

Entre las conexiones destacadas del Opus Dei con el judaísmo, citemos por ejemplo al cardenal de origen judío Agustín Bea- confesor del pontífice reinante entonces, S. S. Pío XII- que fue una de las jerarquías eclesiásticas que más apoyó tanto económicamente como a través de su tráfico de influencias en los corredores y pasillos Vaticanos al Opus y a Escrivá, con quien le unían lazos de sangre y de amistad. El judío Cardenal Bea fue el impulsor y creador de controvertidos documentos del Concilio Vaticano II, tales como los referentes al liberalismo religioso, al pueblo judío -al cual pertenecía -, a las relaciones de la Iglesia con las sectas o catapultando con toda clase de ayudas y recomendaciones al Opus Dei.

Los contactos de Escrivá de Balaguer con el cardenal Agustín Bea, permitieron más tarde que el fundador del Opus Dei respondiera a la pregunta 21 del folleto 24 preguntas a José María Escrivá de Balaguer, en los siguientes términos: (121) "Padre Santo - se refería a Juan XXIII -, en nuestra Obra siempre han encontrado todos los hombres, católicos o no, un lugar amable: no he aprendido el ecumenismo de vuestra Santidad - en clara alusión a Bea -El se rió emocionado porque sabía que ya, desde 1950, la Santa Sede -por intermediación de Bea -había autorizado al Opus Dei a recibir como asociados cooperadores a los no católicos y aún a los no cristianos". Era un reconocimiento explícito y personal de la penetración del elemento judío en cuña en la Iglesia Católica.

A sus hombres posicionados en esferas políticas se les comenzó a llamar tecnócratas, influidos por las ideas económicas del judío estadounidense Trostein Veblen que en 1919 publicó su libro The Engineers and the Price System de donde partiera la tecnocracia fomentada por el también judío Howard Scott, y entre los más ardientes defensores de la teoría económica tecnocrática adoptada por el Opus se encuentran la plantilla de Walter Rastentrauch, Basset Jones, Del Hitchoc, Ackermann, todos de la misma antropología física que basan su sistema en provechos inmediatos y rentabilidad.

El Opus dejó su estigma judaico en la basílica mejicana de "Arena Tepeyac", para acoger a la Virgen de Guadalupe, cuya construcción levantó polémica como el artículo de Gloria Fuentes denominado La Virgen en una Carpa de Circo, aunque unas personas opinan que es semejante a un canódromo y otras a un platillo volante, como signo de total irreverencia, pero donde "la estructura del altar principal es exactamente la misma que la del presidium de las sinagogas. (122) La Iglesia fue un proyecto del Opus Dei entre bastidores.
 
El judaísmo estaba en las "Obras" y en el espíritu. En la homilía que pronunciaba Escrivá de Balaguer en 1967 en el campus universitario de Navarra, el centro de estudios superiores patrocinado y al servicio de la Obra, se expresaba de esta guisa, traicionándole el subconsciente: "yo solía decir a aquellos universitarios y a aquellos obreros que venían junto a mi por los años treinta que tenían que saber MATERIALIZAR LA VIDA ESPIRITUAL". (123) No se puede ser ni más explícito, ni más judío.

El judío Mikel Gotzón Santameria Garai, de Bilbao, publicaba en el diario "ABC" el dos de febrero de 1992 la siguiente confesión: "Yo aprendí el orgullo de ser judío del fundador del Opus Dei. Siempre había estado orgulloso de esa parte importante de mi herencia paterna, pero de sus labios aprendía cuales eran los motivos más importantes que tiene un cristiano para estar orgulloso de su ascendencia judía. De él aprendí que los primeros amores de un cristiano son judíos... Por no tener más que una parte de judío, envidiaba a los que podían decirle en una tertulia: "Padre soy judío" porque sabíamos que el fundador del Opus Dei no te dejaba terminar. Te cortaba con cariño y empezaba a enumerar los motivos que tenía para quererte de un modo especial".

Entre los numerosos judíos que frecuentaron a Escrivá están el médico Josef Ganglberger, profesor de la Universidad de Viena para el que es un gran descubrimiento la redención y santificación por el trabajo, o el célebre judío austríaco Victor E. Frankl, psiquiatra, también profesor de la Universidad de Viena, que visitó con cierta asiduidad a Escrivá, que para magnificar a un hombre tan socarrón y cateto como era Escrivá, lleno de ripios y de gramática parda, le encomiaba, como si de una campaña de imagen se tratara, con la siguiente presentación propia de marketing "me fascinó el ritmo inaudito con que su pensamiento fluye, y finalmente, su asombrosa capacidad de contacto inmediato con sus interlocutores". (124) El psiquiatra hebreo, adulando a su consanguíneo, el también judío suizo Edwin Zobel, visitaba en Roma en 1960 a Escrivá, a quien dedicó piropos y frases galantes, desde su judaísmo militante...

Escrivá quería a todo trance preservar a la Obra del contagio cristiano. "Somos ese resto de Israel, elegido por Dios para iniciar la conversión". Solía decir (125) para poco a poco abrirse en su mente, al hilo de su creciente aislamiento y endiosamiento, la idea de que la Obra constituía el resto de Israel.

Uno de los primeros seguidores, de aquellos míticos iniciales, Raimundo Panikkar, dice: "si sólo nos empeñamos en mantener vivo el recuerdo del Holocausto de los judíos, únicamente conseguiremos facilitar su repetición. (Uno acaba por volverse como lo que se odia)", para proseguir "pero en general, los buenos han sido hasta ahora poco inteligentes: nosotros tenemos el deber y la vocación de ser buenos e inteligentes: "¡el minúsculo resto de Israel! De ahí la discreción y aun el secreto, la "disciplina arcani, si es necesario para no caer en asechanzas del "espíritu del mal ¡ingenuos no!". (126) Cabalísticas y enigmáticas palabras que termina por confesar en lenguaje ambiguo: "el motivo" por el cual me resistía a entrar en todo este negocio estriba en la distracción que para mí supone preocuparme por la menta, el comino y el anís, cuando lo importante de la vida, la "Torah" como dice el texto, es la justicia, la misericordia y la fe (el discernimiento, la compasión y la lealtad)". Las palabras son textuales para el buen y el mal entendedor.

Así se explican las reticencias y las normas impartidas desde Roma por Escrivá en circulares reservadas a las que algunos de los importantes como Antonio Pérez, secretario particular, no encontraba explicación al recordar en sus vestigios del pasado que "una vez le vino una numeraria pidiéndole una explicación porque había recibido una norma de Roma indicando que en nuestras casas no debía entrar nunca carne picada". (127) Prevención y abstinencia de comer sin proponérselo carne de cerdo.

Para justificar la opulencia daban citas de que Cristo vive y convive mezclado con los judíos de más dinero, (128) con Mateo que era el recaudador, con Judas Iscariote que era intelectual y rabino, con los novios de Canaan, con el rico Zaqueo. Incluso su túnica era de tal categoría que a la hora de repartir sus vestiduras junto a la cruz, no quisieron partirla y se la sortearon. Se entierra en un sepulcro rico y sin estrenar, excavado en la roca viva y es que según el Opus todos los sitios son buenos en todas las situaciones de la vida.

Los engarces del Opus Dei con el judaísmo salen a la superficie incluso en las obras y libros que su editorial imprime y divulga. Entre el fondo editorial de Rialp encontramos entre otros muchos que no citamos para evitar reiteraciones, los siguientes títulos y autores: Judíos españoles en la Edad Media editado como volumen número 2 de la colección cuyo autor, Luis Suárez Fernández, catedrático de Historia en la Universidad de Alcalá, es un activista y propagandista de la cuestión judía en España, siendo un "agente" de la embajada de Israel, habiendo sido el promotor de ciclos de conferencias sobre el sionismo, el mentor del recuerdo al 850 aniversario del nacimiento del judío Maimónides o el que selecciona y acompaña a los profesores españoles que hacen intercambio de jornadas culturales en Israel con fines proselitistas; otro libro editado por Rialp es el escrito por el propio embajador de Israel en España, Shlomo Ben Ami-Zvi Medin, con el título de Historia del Estado de Israel que figura en su colección con el número 7; o el libro de Joseph Lecuyer Nuestro Padre Abrahán o las obras completas de algunos místicos españoles de notoria ascendencia judaica.

El Opus, igual que el judaísmo, siempre ha sentido una atracción especial por controlar los medios y la información general. Aparte de la Editorial Rialp, su labor de divulgación la efectúa a través de varias revistas y semanarios, así como a través de las ondas, como es el caso de la emisora SER, Sociedad Española de Radiofusión, una de las más potentes y de cobertura nacional radicada en España, que ha sido controlada por la familia Fontán, Eugenio y Antonio, este último uno de los hombres más influyentes del Opus Dei, antiguo ex-presidente de las Cortes españolas y actualmente "preceptor" del líder de la oposición José María Aznar. Un paquete importante de las acciones de la empresa está en poder del Opus por intermedio de los Fontán, magnates de los medios de comunicación y "el otro paquete importante de acciones en la SER lo detenta la familia Garrigues, testaferros del Chase Manhattan Bank en España". (129)

El imperio anudado y detentado por el Opus Dei en torno al cuarto poder es inmenso y se ahonda con espíritu investigativo y crítico el origen del dinero en muchas publicaciones del Opus tendríamos más de una sorpresa, como por ejemplo la Prensa Mejicana, S.A de C.V. que edita la revista Gente, cuyo capital en gran parte fue aportado y puesto a disposición del Opus por los judíos Carlos Epstein y Pedro Moreno Epstein, (130) o como sucedió en la inauguración del club "Mundo" donde el judío francés Hubert Beuve-Mery, fundador y director del diario francés Le Monde, dió una conferencia con tal motivo, después de visitar la Universidad de Navarra, propiedad del Opus Dei. (131)

A pesar de sus 53 años de existencia oficial, todavía para muchos surge el interrogante, salta la pregunta, sobreviene la duda de ¿Qué es el Opus Dei? porque no es entendido y ello es así porque para poder comprenderlo hay que partir de la premisa y tomar en consideración sus estrechos y anudados vínculos con el judaísmo, tanto en sus formas como en su esencia y pensamiento y para muchos el Opus Dei sigue siendo incomprensible porque no pueden o no quieren ver su concomitancia con el criptojudaísmo, como manera de pensar y sentir y herencia cultural de la sinagoga y por otro lado por su herencia sanguínea. Lo mismo como el judaísmo, tampoco es entendido.

Para conocer a fondo y entender bien al Opus hace falta, es imprescindible, considerarlo desde esta doble perspectiva, su fondo judaico y su origen criptojudío, aunque ambos aspectos han sido sistemáticamente y con mucha habilidad ocultados. Ambos son temas tabús, y por lo tanto anatematizados. Judaísmo y criptojudaísmo en el Opus son sus vigas maestras, su esencia más recóndita, su naturaleza y su fundamento, aunque para muchos el tratamiento de estos temas, su debate de palabra o por escrito, lancen el perjuicio de que sólo el desenmascarar su existencia sea una manifestación de antisemitismo.

Y de la misma manera que la cuestión judía no es una cuestión religiosa, tampoco lo es el Opus Dei, aunque, ciertamente el Opus utilice un lenguaje y una terminología cristiana, como ropaje externo para tapar y cubrir su verdadera intención, para lo que es preciso despojarlo de su costra formada con arte y técnica divulgada y expandida con un gran aparato propagandístico. Por ello hay que desvelar su secretismo y su mimetismo religioso.

¿Qué es el Opus Dei? Sociológicamente dicho es una técnica de control, un instrumento totalitario para conseguir hombres dóciles y obedientes con total disponibilidad, aunque sustancialmente haya que encuadrarlo como pseudorreligión pues se enquista en el cristianismo, de donde toma fundamento su materia prima, su nutrición y sus elementos, aunque les prive de su auténtico y genuino significado. Por ello la preocupación esencial del Opus como organización es captar y formar a sus socios y miembros con métodos extremos y rigurosos, eliminando brutalmente cualquier movimiento perturbador, para hacer de sus integrantes instrumentos despersonalizados y condescendientes al máximo, programados y provistos de juicio y pensamiento crítico y sumidos en una ciega y fanática ignorancia.

El Opus Dei hace lo que siempre hizo el judaísmo en todos los tiempos a lo largo de su historia: monopolizar o intentarlo al menos, la dirección de la cultura, la vida religiosa, la política y la economía, siendo su principal medio para lograrlo la infiltración en todas las áreas y los estratos de la vida social.

La ética del Opus es la ética judaica, es la ética de la sumisión, la obediencia y el cumplimiento. Para "santificarse" basta con cumplir estricta y escrupulosamente las múltiples normas y reglas establecidas por Escrivá en sus miles de prescripciones como los rabinos en relación al Talmud. Quien "cumple" es "santo" según Escrivá "santo". Es la ética del cumplimiento o del Deuteronomio judaico, frente a la ética del amor o agapística que nos enseña la religión cristiana.

Es de constar que el Opus no tiene teología propia, sino que es la teología judaica en vestimentas cristianas. Tienen una doble semántica, un doble sentido sus conceptos y nociones que con argumentos y términos cristianos envuelven  sentidos y vivencias judaicas con un significado opuesto, con un arte del disimulo y del secreto.

Por todo ello y como ya se ha indicado la acusación contra el Opus desde su inicio fue muy específica, la de ser una "secta judía vinculada a los masones". (132)

El Opus en palabras de Escrivá de Balaguer "era los vestigios del Pueblo de Israel". (133) Por ello cuando Raimundo Panikkar -uno de los primitivos seguidores de Escrivá -se aleja del centro de poder de la Obra de la que le separan ciertas diferencias, cuando atravesaba por una crisis personal y de conciencia, se estableció en un instituto intereclesiástico en Tantur, en Israel, del que fue nombrado por Pablo VI como miembro fundador Israel, siempre Israel.

En Japón la mayoría de los miembros del Opus Dei eran conversos. (134) En USA también tenemos a este respecto ejemplos significativos, como el director de fotografía judío Eric Srreiff, socio del Opus Dei y supuestamente "converso", propietario de unos grandes almacenes en Nueva York junto a su mujer hebrea, Jolene, diseñadora de moda, (135) igual que el médico judío de Australia Dr. Ben Hanemann, miembro de la sinagoga local, de EDA y presidente de la Warrane Association, de cuya carta publicada en el Sydney Morning Herald, con motivo de salir en defensa del Colege, propiedad del Opus Dei, decía: "para empezar, quiero dejar claro que soy judío y no católico, que soy socialista... Mi esposa es protestante, pero yo siempre he pensado que la gente del Opus Dei estaba haciendo un buen trabajo. Y también desde un punto de vista más amplio, que Australia necesita la contribución del Opus Dei a su pensamiento" (136) o como el testimonio de la Sra. Límbers -judía que tanto ella como su esposo Paul "están convencidos de que pueden confiar a sus hijos a los centros del Opus Dei en los que tenemos una confianza total" (137)...

Entre los simpatizantes más notables de la Obra en los Estados Unidos se señala a los judíos David M. Kennedy, presidente del Continental Illinois Bank y antiguo secretario del tesoro bajo la administración Nixon; o a M. Erikson uno de los "reyes" de la publicidad en los Estados Unidos. (138) Desde su implantación los socios del Opus Dei compraron una casa editorial, la Scepter Press, domiciliada en Chicago.

También en Francia, en 1955, el Opus Dei fundó la Asociación de Cultura Universitaria y Técnica, apareciendo en el alto comité del patronato los nombres de los judíos René David, profesor de derecho y ciencias económicas de París y Maurice Schumann ex-ministro y presidente de la comisión de Asuntos Exteriores de la Asamblea Nacional Francesa. (139)

En España, un organismo público, el Consejo Superior de investigaciones Científicas CSIC, va a ser un coto privado del Opus Dei, desde los tiempos de Albareda. El Consejo les va a servir para detentar el monopolio de la cultura y para disponer de ingentes sumas y caudales aportadas con cargo a los presupuestos generales del Estado. Ya desde su fundación se detectan conexiones singulares, pues la transacción de los terrenos donde se ubican las instalaciones y edificios del CSIC se hacen a través de la Fundación Rockefeller. (140)

La influencia intelectual judaica llega a tal extremo en el Opus que el libro de López Amo, quien fuera preceptor del entonces Príncipe de España Juan Carlos de Borbón, titulado La monarquía de la reforma social está fuertemente influido por las teorías del judío Leonardo von Stein. (141) López Amo asume lo esencial de la doctrina Stein.

Nada debe sorprender nuestra capacidad de asombro al indagar sobre las ataduras del Opus a Sión pues entre las traducciones del libro del fundador Escrivá Camino está su versión en hebreo, (142) o constar cómo en Estados Unidos se advierte la incorporación como miembros de la Obra de muchos afiliados a logías masónicas. (143) También han sido varios los autores, entre los que citamos a Ramiro Cristóbal, los que han asimilado Opus Dei parcialmente a la masonería.

El padre de un miembro del Opus, Nicolás Cobo Martínez, que comenzó a sospechar de las verdaderas intenciones de dicha organización, llegó a la conclusión que el Opus era la "comedia de la hipocresía" y la gran Mentira del Siglo XX, intuyendo sus interrelaciones con el judaísmo más grosero. Hombre profundamente católico, en una visita que giró a la residencia del Opus donde estaba su hijo, escribe que (144) "pude comprobar, y me espanté que en el lujoso y espacioso comedor (San Bernardo le llamaría "comedero") no había un solo signo que denotara que allí comían personas dotadas de alma: ni crucifijo, ni pintura de la Santa Cena, ni de la Santísima Virgen, ni de cualquier otro símbolo o recuerdo religioso".

El mundialismo ha sido otra de las características típicas del judaísmo. Tampoco esta nota tan definidora y definitiva le falta al Opus. El ex-ministro de Obras Públicas de España, Gonzalo Fernández de la Mora, nos aclara e ilustra esta circunstancia al escribir (145) que "el Opus Dei no está vinculado a ningún país, a ningún régimen, a ninguna tendencia política, a ninguna ideología" para concluir que "aunque nació geográficamente en España, pero desde el principio su fin era universal."

El Opus y judíos se funden y confunden: Rafael Calvo, hombre de influencia en el Opus que protagonizó el "affaire" del diario Madrid mantuvo siempre más que una estrecha amistad con el corresponsal judío del N.Y. Times en España; Escrivá solía pernoctar en la casa del Rabino de Londres en sus desplazamientos a Inglaterra (testigo Mr. Cantero); los miembros del Opus solían tener estrechas conexiones y circuitos abiertos con los servicios de información israelí, el Mossad, e incluso un hijo homosexual del escritor Thomas Mann vivía en una residencia del Opus en Madrid.

Por su parte, el periodista judío M. Sulzberger, simpatizante de la Obra, escribía en el N.Y. Times un artículo bien informado en el que presentaba al Opus como el "instigador de las relaciones comerciales entre España y la Unión Soviética" (146) En los gobiernos siempre han buscado los puestos de relevancia económica, financiera o comercial, tanto "el judío clandestino como el falso tecnócrata del Opus Dei" (147)

Por ello nos parece oportuno reproducir el toque de alarma lanzado por Jean Boyer cuando escribe (148) del peligro de caer "bajo la influencia espiritual del Opus Dei que, diciendo salvar a las almas del infierno y garantizarles su entrada en el cielo, lo que consiguen, su pretexto de convertirlos en santos, es convertirlos, después de sucesivos lavados cerebrales en incondicionales adeptos", enganchados a la "esencia del judaísmo".



REFERENCIAS

114. Jardiel Poncela, op cit, p 133.
115. "El Sol de Méjico" (11 de Mayo de 1968).
116. Wast, "Jesuitas, Opus Dei y Cursillos de Cristiandad", p 93.
117. "Tradición Católica" (Revista de la Fraternidad San Pio  X), No. 54 (Enero1990), p 23.
118. Sánchez Covisa, Mariano , "Las relaciones Guevara Opus", p 2.
119. Ibid, p 4.
120. "Le Tourneau", p 18.
121. "Magaña", pp 20-21.
122. Ibid, p 222.
123. Bernal, p 125.
124. Ibid, p 147.
125. Moncada, "Historia oral del Opus Dei", p 29.
126. Ibid, pp 133, 136-137.
127. Ibid, p 147.
128. Moreno, "El Opus Dei, anexo a una historia", Editorial Planeta p 214.
129. Ynfante, "La prodigiosa aventura del Opus Dei", p 201.
130. Wast, O. H., "Jesuitas, Opus Dei y Cursillos de Cristiandad", p 93.
131. Ynfante, "La prodigiosa aventura del Opus Dei", p 290.
132. Walsh, p 49 y Bernal, p 249.
133. Ibid, p 196.
134. West, W. J., p 29.
135. Ibid, p 137.
136. Ibid, p 169.
137. Ibid, p 177.
138. Ynfante, "La prodigiosa aventura del Opus Dei", p 350.
139. Le Vaillant, p 136.
140. Artigues, p 46.
141. Ibid, p 157.
142. Thierry, p 32.
143. Ynfante, "La prodigiosa aventura del Opus Dei", p 115.
144. Cobo Martínez, Nicolás, "Faro inconfundible", No. 31 (Febrero 1989).
145. Fernández de la Mora, Gonzalo, "Pensamiento español" 1968 (Barcelona: Rialp, 1969), p 98.
146. Thierry, p 32.
147. Boyer, p 79.
148. Ibid, p 80.


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