CAPÍTULO
III
CRIPTOJUDAÍSMO Y EL OPUS
DEI
6. El Opus Dei y la cuestión
judía
El escritor y
ensayista Alfredo Marquerie,
conocido en el mundo de las letras
españolas por su elegante crítica teatral, hacía
la siguiente valoración de los miembros de la Obra: "Creo que
los del Opus son nuevos cristianos". (114) El término de
cristiano nuevo se acuñó para designar a los marranos y
conversos, a los criptojudíos, a los cristianos. Aunque
quizá fue más una intuición que una
reflexión, no estaba exenta de razón.
Hay que revelar una noticia que ha pasado desapercibida para la
mayoría pero que demuestra hasta qué punto el Opus Dei es
una organización judía que opera como quinta columna
infiltrada en las fibras más profundas de la Iglesia
Católica. El día 10 de
mayo de 1968 la Agencia de
Noticias EFE difundía, fechada en Nueva York, la noticia de la
que al día siguiente algunos periódicos del mundo se
harían eco e insertarían en sus ediciones y que
textualmente decía:
"Con la asistencia del arzobispo católico de N.Y, Terence Cooke,
y un grupo de familiares y amigos, se celebraron en la sinagoga
"Emmanuel" de esta capital las honras fúnebres de Sol A.
Rosenblatt, fallecido en Biarritz (Francia) el 4 de mayo a los 67
años de edad, como consecuencia de un ataque al corazón.
El Sr. Rosenblatt fue un famoso abogado neoyorquino y asesor
jurídico del fallecido cardenal Spellman en la
archidiócesis de N.Y.
"Recordamos con afecto su generosa vida, su talento, su lealtad y su
disposición de espíritu para todos aquellos que
necesitaban su ayuda" dijo el arzobispo de Nueva York en unas palabras
de recordatorio para la figura de Sol A. Rosenblatt, al término
de los servicios religiosos celebrados en la citada sinagoga.
"Esta ha sido la primera vez que un arzobispo católico asiste a
los servicios religiosos judíos en una sinagoga. A
monseñor Terence Cooke le unía una gran amistad con el
difunto.
"Sol A. Rosenblatt, amigo personal y colaborador legal en tiempos del
presidente norteamericano Franklin D. Rooselvet, fue también un
gran amigo de España. Recientemente el gobierno le
concedió la Cruz de Isabel la Católica por su
promoción de la comprensión internacional.
"El conocido abogado neoyorquino también mantenía una
oficina jurídica en Madrid, siendo amigo personal de numerosas
autoridades y abogados españoles, entre los que se encuentran el
Ministro de Educación y Ciencia Sr. Villar Palasi -miembro del
Opus Dei-.
"Entre los familiares asistentes al funeral se encontraba su esposa,
Estrella Carrol Boissevain que llegó anoche procedente de Madrid
y sus dos hijos, Richard y Robert, abogado y banquero respectivamente.
"Sol. A. Rosenblatt, nacido en Omaha (Nebraska) estudió en la
Universidad de Harvard, donde se graduó en Leyes en 1924". (115)
Conviene agregar a esta noticia de los funerales y oficios
religiosos del judío Sol A. Rosenblatt que en 1964 circulaba en
los medios y entre las notas y ecos de sociedad que era un asiduo de la
Costa Azul y era el hombre fuerte de las finanzas, el tesorero del Opus
Dei. (116)
¿Cómo es posible que una supuesta corriente
cristiana, tan adicta al dinero como el Opus Dei, tuviera como
responsable de las finanzas a un afamado judío
practicante? A
veces los hechos son mucho más expresivos y elocuentes que las
propias palabras.
La primera vez que una revista
católica ensambla al Opus con los judíos fue en el
número correspondiente al mes de enero de 1990 de la
publicación mensual "Tradición Católica" en
la que apareció un titular destacado, en letras de molde de
varios ciceros cuyo texto era el siguiente: "Opus y Judaísmo. Táctica
del sabotaje" (117) La
revista empezaba a vislumbrar la clave del enigma y del fenómeno
Opus.
Ya es significativo y sintomático que al Opus -que se presenta
como ultracatólico sospechosamente, con la fe del converso
-puedan pertenecer personas "no cristianas" y "donde hay una gran
representación judía, lo que puede explicar el
rápido auge financiero y la influencia de la Obra en la alta
economía". (118) Y
lo que es más insólito aún, al Opus pueden
pertenecer incluso los no creyentes. Según el periodista
judío del N.Y. Times Herbert L. Matthews, gran conocedor del
Opus, "nunca se tiene seguridad respecto a los miembros de este
organismo, que trabaja en gran secreto en cuanto a nombres,
número, actividad..."
(119) Cuando todo se quiere ocultar, cuando la verdad
misma se disimula, alguna razón poderosa deberá existir
para enmascarar la Obra de Dios con tanto misterio.
Escrivá recibía, según varios autores, a
numerosas personas: católicos, cristianos de distintas
confesiones, judíos, agnósticos, etc. "que deseaban
conocerle y pedirle consejo". (120)
Los judíos no se sabe si
iban o venían, si se acercaban a recibir consejos o a
dárselos.
Tuvo exquisitos cuidado Escrivá en abrir las compuertas para que
desde dentro de la Iglesia, a través del Opus Dei, operaran
gentes no sólo no católicas, sino incluso anticristianas.
Esta posibilidad se la brindó por medios de los "socios
cooperadores" aunque resulta difícil comprender cómo una
persona que no cree, que no siente, que no profesa unas creencias
religiosas, pueda ayudarla, a no ser que la ayuden a destruirla como
caballos de Troya. Las cuatro categorías de los miembros
opusdeístas pueden ser: numerarios, supernumerarios, oblatos y
"cooperadores" y es en este cuarto poder dentro de la Obra por donde
penetra un tufillo de insinceridad y donde se sitúa, para no
levantar sospechas, el estamento judío puro.
Entre las conexiones destacadas del Opus Dei con el judaísmo,
citemos por ejemplo al cardenal de origen judío
Agustín Bea- confesor del pontífice reinante
entonces, S.
S. Pío XII- que fue una de las jerarquías
eclesiásticas que más apoyó tanto
económicamente como a través de su tráfico de
influencias en los corredores y pasillos Vaticanos al Opus y a
Escrivá, con quien le unían lazos de sangre y de amistad.
El judío Cardenal Bea fue el impulsor y creador de
controvertidos documentos del Concilio Vaticano II, tales como los
referentes al liberalismo religioso, al pueblo judío -al cual
pertenecía -, a las relaciones de la Iglesia con las sectas o
catapultando con toda clase de ayudas y recomendaciones al Opus Dei.
Los contactos de Escrivá de Balaguer con el cardenal
Agustín Bea, permitieron más tarde que el fundador del
Opus Dei respondiera a la pregunta 21 del folleto 24 preguntas a José María
Escrivá de Balaguer, en los siguientes términos: (121) "Padre Santo - se
refería a Juan XXIII -, en nuestra Obra siempre han encontrado
todos los hombres, católicos o no, un lugar amable: no he
aprendido el ecumenismo de vuestra Santidad - en clara alusión a
Bea -El se rió emocionado porque sabía que ya, desde
1950, la Santa Sede -por intermediación de Bea -había
autorizado al Opus Dei a recibir como asociados cooperadores a los
no católicos y aún a los no cristianos". Era un
reconocimiento explícito y personal de la penetración del
elemento judío en cuña en la Iglesia Católica.
A sus hombres posicionados en esferas políticas se les
comenzó a llamar tecnócratas, influidos por las ideas
económicas del judío estadounidense Trostein Veblen que
en 1919 publicó su libro The
Engineers and the Price System de donde partiera la tecnocracia
fomentada por el también judío Howard Scott, y entre los
más ardientes defensores de la teoría económica
tecnocrática adoptada por el Opus se encuentran la plantilla de
Walter Rastentrauch, Basset Jones, Del Hitchoc, Ackermann, todos de la
misma antropología física que basan su sistema en
provechos inmediatos y rentabilidad.
El Opus dejó su estigma judaico en la basílica mejicana
de "Arena Tepeyac", para
acoger a la Virgen de Guadalupe, cuya construcción
levantó polémica como el artículo de Gloria
Fuentes denominado La Virgen en una
Carpa de Circo, aunque unas personas opinan que es semejante a
un canódromo y otras a un platillo volante, como signo de total
irreverencia, pero donde "la estructura del altar principal es
exactamente la misma que la del presidium de las sinagogas. (122) La
Iglesia fue un proyecto del Opus Dei entre bastidores.
El judaísmo estaba en las "Obras" y en el espíritu. En la
homilía que pronunciaba Escrivá de Balaguer en 1967 en el
campus universitario de Navarra, el centro de estudios superiores
patrocinado y al servicio de la Obra, se expresaba de esta guisa,
traicionándole el subconsciente: "yo solía decir a
aquellos universitarios y a aquellos obreros que venían junto a
mi por los años treinta que tenían que saber MATERIALIZAR
LA VIDA ESPIRITUAL". (123)
No se puede ser ni más
explícito, ni más judío.
El judío Mikel Gotzón Santameria Garai, de Bilbao,
publicaba en el diario "ABC" el dos de febrero de 1992 la siguiente
confesión: "Yo aprendí el orgullo de ser judío del
fundador del Opus Dei. Siempre había estado orgulloso de esa
parte importante de mi herencia paterna, pero de sus labios
aprendía cuales eran los motivos más importantes que
tiene un cristiano para estar orgulloso de su ascendencia judía.
De él aprendí que los primeros amores de un cristiano son
judíos... Por no tener más que una parte de judío,
envidiaba a los que podían decirle en una tertulia: "Padre soy
judío" porque sabíamos que el fundador del Opus Dei no te
dejaba terminar. Te cortaba con cariño y empezaba a enumerar los
motivos que tenía para quererte de un modo especial".
Entre los numerosos judíos que frecuentaron a Escrivá
están el médico Josef
Ganglberger, profesor de la
Universidad de Viena para el que es un gran descubrimiento la
redención y santificación por el trabajo, o el
célebre judío austríaco Victor E. Frankl,
psiquiatra, también profesor de la Universidad de Viena, que
visitó
con cierta asiduidad a Escrivá, que para magnificar a un hombre
tan socarrón y cateto como era Escrivá, lleno de ripios y
de gramática parda, le encomiaba, como si de una campaña
de imagen se tratara, con la siguiente presentación propia de
marketing "me fascinó el ritmo inaudito con que su pensamiento
fluye, y finalmente, su asombrosa capacidad de contacto inmediato con
sus interlocutores". (124)
El psiquiatra hebreo, adulando a su consanguíneo, el
también judío suizo Edwin Zobel, visitaba en Roma en 1960
a Escrivá, a quien dedicó piropos y frases galantes,
desde su judaísmo militante...
Escrivá quería a todo trance preservar a la Obra del
contagio cristiano. "Somos ese resto de Israel, elegido por Dios para
iniciar la conversión". Solía decir (125) para poco a poco
abrirse en su mente, al hilo de su creciente aislamiento y
endiosamiento, la idea de que la Obra constituía el resto de
Israel.
Uno de los primeros seguidores, de aquellos míticos iniciales,
Raimundo Panikkar, dice: "si sólo nos empeñamos en
mantener vivo el recuerdo del Holocausto de los judíos,
únicamente conseguiremos facilitar su repetición. (Uno
acaba por volverse como lo que se odia)", para proseguir "pero en
general, los buenos han sido hasta ahora poco inteligentes: nosotros
tenemos el deber y la vocación de ser buenos e inteligentes:
"¡el
minúsculo resto de Israel! De ahí la discreción y
aun el secreto, la "disciplina arcani, si es necesario para no caer en
asechanzas del "espíritu del mal ¡ingenuos no!". (126) Cabalísticas y
enigmáticas palabras que termina por confesar en lenguaje
ambiguo: "el motivo" por el cual me resistía a entrar en
todo este negocio estriba en la distracción que para mí
supone preocuparme por la menta, el comino y el anís, cuando lo
importante de la vida, la "Torah" como dice el texto, es la justicia,
la misericordia y la fe (el discernimiento, la compasión y la
lealtad)". Las palabras son textuales para el buen y el mal entendedor.
Así se explican las reticencias y las normas impartidas desde
Roma por Escrivá en circulares reservadas a las que algunos de
los importantes como Antonio
Pérez, secretario particular, no
encontraba explicación al recordar en sus vestigios del pasado
que "una vez le vino una numeraria pidiéndole una
explicación porque había recibido una norma de Roma
indicando que en nuestras casas no debía entrar nunca carne
picada". (127)
Prevención y abstinencia de comer sin proponérselo carne
de cerdo.
Para justificar la opulencia daban citas de que Cristo vive y convive
mezclado con los judíos de más dinero, (128) con Mateo
que era el recaudador, con Judas Iscariote que era intelectual y
rabino, con los novios de Canaan, con el rico Zaqueo. Incluso su
túnica era de tal categoría que a la hora de repartir sus
vestiduras junto a la cruz, no quisieron partirla y se la sortearon. Se
entierra en un sepulcro rico y sin estrenar, excavado en la roca viva y
es que según el Opus todos los sitios son buenos en todas las
situaciones de la vida.
Los engarces del Opus Dei con el judaísmo salen a la superficie
incluso en las obras y libros que su editorial imprime y divulga. Entre
el fondo editorial de Rialp encontramos entre otros muchos que no
citamos para evitar reiteraciones, los siguientes títulos y
autores: Judíos
españoles en la Edad Media editado como volumen
número 2 de la colección cuyo autor, Luis Suárez
Fernández, catedrático de Historia en la Universidad de
Alcalá, es un activista y propagandista de la cuestión
judía en España, siendo un "agente" de la embajada de
Israel, habiendo sido el promotor de ciclos de conferencias sobre el
sionismo, el mentor del recuerdo al 850 aniversario del nacimiento del
judío Maimónides o el que selecciona y acompaña a
los profesores españoles que hacen intercambio de jornadas
culturales en Israel con fines proselitistas; otro libro editado por
Rialp es el escrito por el propio embajador de Israel en España,
Shlomo Ben Ami-Zvi Medin, con el título de Historia del Estado
de Israel que figura en su colección con el número
7; o
el libro de Joseph Lecuyer Nuestro
Padre Abrahán o las obras
completas de algunos místicos españoles de notoria
ascendencia judaica.
El Opus, igual que el judaísmo, siempre ha sentido una
atracción especial por controlar los medios y la
información general. Aparte de la Editorial Rialp, su labor de
divulgación la efectúa a través de varias revistas
y semanarios, así como a través de las ondas, como es el
caso de la emisora SER, Sociedad Española de Radiofusión,
una de las más potentes y de cobertura nacional radicada en
España, que ha sido controlada por la familia Fontán,
Eugenio y Antonio, este último uno de los hombres más
influyentes del Opus Dei, antiguo ex-presidente de las Cortes
españolas y actualmente "preceptor" del líder de la
oposición José
María Aznar. Un paquete importante de las acciones de la
empresa está en poder del Opus por intermedio de los
Fontán, magnates de los medios de comunicación y "el otro
paquete importante de acciones en la SER lo detenta la familia
Garrigues, testaferros del Chase
Manhattan Bank en España". (129)
El imperio anudado y detentado por el Opus Dei en torno al
cuarto poder es inmenso y se ahonda con espíritu investigativo y
crítico el origen del dinero en muchas publicaciones del Opus
tendríamos más de una sorpresa, como por ejemplo la
Prensa Mejicana, S.A de C.V. que edita la revista Gente, cuyo capital
en gran parte fue aportado y puesto a disposición del Opus por
los judíos Carlos Epstein y Pedro Moreno Epstein, (130) o como
sucedió en la inauguración del club "Mundo" donde el
judío francés Hubert Beuve-Mery, fundador y director del
diario francés Le Monde, dió una conferencia con tal
motivo, después de visitar la Universidad de Navarra, propiedad
del Opus Dei. (131)
A pesar de sus 53 años de existencia oficial,
todavía para muchos surge el interrogante, salta la pregunta,
sobreviene la duda de ¿Qué es el Opus Dei? porque no es
entendido y ello es así porque para poder comprenderlo hay que
partir de la premisa y tomar en consideración sus estrechos y
anudados vínculos con el judaísmo, tanto en sus formas
como en su esencia y pensamiento y para muchos el Opus Dei sigue siendo
incomprensible porque no
pueden o no quieren ver su concomitancia con el criptojudaísmo,
como manera de pensar y sentir y herencia cultural de la sinagoga y por
otro lado por su herencia sanguínea. Lo mismo como el
judaísmo, tampoco es entendido.
Para conocer a fondo y entender bien al Opus hace falta, es
imprescindible, considerarlo desde esta doble perspectiva, su fondo
judaico y su origen criptojudío, aunque ambos aspectos han sido
sistemáticamente y con mucha habilidad ocultados. Ambos son
temas tabús, y por lo tanto anatematizados. Judaísmo y
criptojudaísmo en el Opus son sus vigas maestras, su esencia
más recóndita, su naturaleza y su fundamento, aunque para
muchos el tratamiento de estos temas, su debate de palabra o por
escrito, lancen el perjuicio de que sólo el desenmascarar su
existencia sea una manifestación de antisemitismo.
Y de la misma manera que la cuestión judía no es una
cuestión religiosa, tampoco lo es el Opus Dei, aunque,
ciertamente el Opus utilice un lenguaje y una terminología
cristiana, como ropaje externo para tapar y cubrir su verdadera
intención, para lo que es preciso despojarlo de su costra
formada con arte y técnica divulgada y expandida con un gran
aparato propagandístico. Por ello hay que desvelar su secretismo y su mimetismo religioso.
¿Qué es el Opus Dei? Sociológicamente dicho
es una técnica de control, un instrumento totalitario para
conseguir hombres dóciles y obedientes con total disponibilidad,
aunque sustancialmente haya que encuadrarlo como pseudorreligión
pues se enquista en el cristianismo, de donde toma fundamento su
materia prima, su nutrición y sus elementos, aunque les prive de
su auténtico y genuino significado. Por ello la
preocupación esencial del Opus como organización es
captar y formar a sus socios y miembros con métodos extremos y
rigurosos, eliminando brutalmente cualquier movimiento perturbador,
para hacer de sus integrantes instrumentos despersonalizados y
condescendientes al máximo, programados y provistos de juicio y
pensamiento crítico y sumidos en una ciega y fanática
ignorancia.
El Opus Dei hace lo que siempre hizo el judaísmo en todos los
tiempos a lo largo de su historia: monopolizar o intentarlo al menos,
la dirección de la cultura, la vida religiosa, la
política y la economía, siendo su principal medio para
lograrlo la infiltración en todas las áreas y los
estratos de la vida social.
La ética del Opus es la ética judaica, es la ética
de la sumisión, la obediencia y el cumplimiento. Para
"santificarse" basta con cumplir estricta y escrupulosamente las
múltiples normas y reglas establecidas por Escrivá en sus
miles de prescripciones como los rabinos en relación al Talmud.
Quien "cumple" es "santo" según Escrivá "santo". Es la
ética del cumplimiento o del Deuteronomio judaico, frente a la
ética del amor o agapística que nos enseña la
religión cristiana.
Es de constar que el Opus no tiene teología propia, sino que es
la teología judaica en vestimentas cristianas. Tienen una doble
semántica, un doble sentido sus conceptos y nociones que con
argumentos y términos cristianos envuelven sentidos y
vivencias judaicas con un significado opuesto, con un arte del disimulo
y del secreto.
Por todo ello y como ya se ha indicado la acusación contra el
Opus desde su inicio fue muy específica, la de ser una "secta
judía vinculada a los masones". (132)
El Opus en palabras de Escrivá de Balaguer "era los
vestigios del Pueblo de Israel".
(133) Por ello
cuando Raimundo
Panikkar -uno de los primitivos seguidores de Escrivá -se aleja
del centro de poder de la Obra de la que le separan ciertas
diferencias, cuando atravesaba por una crisis personal y de conciencia,
se estableció en un instituto intereclesiástico en
Tantur, en Israel, del que fue nombrado por Pablo VI como miembro
fundador Israel, siempre Israel.
En Japón la mayoría de los miembros del Opus Dei eran
conversos. (134)
En USA también tenemos a este respecto ejemplos
significativos, como el director de fotografía judío Eric
Srreiff, socio del Opus Dei y supuestamente "converso",
propietario de
unos grandes almacenes en Nueva York junto a su mujer hebrea, Jolene,
diseñadora de moda, (135)
igual que el médico judío de Australia Dr.
Ben Hanemann, miembro de la sinagoga local, de EDA y presidente de la
Warrane Association, de cuya carta publicada en el Sydney Morning Herald, con motivo
de salir en defensa del Colege,
propiedad del Opus Dei, decía: "para empezar, quiero dejar claro
que soy judío y no católico, que soy socialista... Mi
esposa es protestante, pero yo siempre he pensado que la gente del Opus
Dei estaba haciendo un buen trabajo. Y también desde un punto de
vista más amplio, que Australia necesita la contribución
del Opus Dei a su pensamiento"
(136) o como el testimonio de la Sra. Límbers
-judía que tanto ella como su esposo Paul "están
convencidos de que pueden confiar a sus hijos a los centros del Opus
Dei en los que tenemos una confianza total" (137)...
Entre los simpatizantes más notables de la Obra en
los Estados Unidos se señala a los judíos David M.
Kennedy, presidente del Continental Illinois Bank y antiguo secretario
del tesoro bajo la administración Nixon; o a M. Erikson uno de
los "reyes" de la publicidad en los Estados
Unidos. (138) Desde
su
implantación los socios del Opus Dei compraron una casa
editorial, la Scepter Press, domiciliada en Chicago.
También en Francia, en
1955, el Opus Dei fundó la
Asociación de Cultura Universitaria y Técnica,
apareciendo en el alto comité del patronato los nombres de los
judíos René David, profesor de derecho y ciencias
económicas de París y Maurice Schumann ex-ministro y
presidente de la comisión de Asuntos Exteriores de la Asamblea
Nacional Francesa. (139)
En España, un organismo público, el Consejo
Superior de investigaciones Científicas CSIC, va a ser un coto
privado del Opus Dei, desde los tiempos de Albareda. El Consejo les va
a servir para detentar el monopolio de la cultura y para disponer de
ingentes sumas y caudales aportadas con cargo a los presupuestos
generales del Estado. Ya desde su fundación se detectan
conexiones singulares, pues la transacción de los terrenos donde
se ubican las instalaciones y edificios del CSIC se hacen a
través de la Fundación Rockefeller. (140)
La influencia intelectual judaica llega a tal extremo en el
Opus que el libro de López Amo, quien fuera preceptor del
entonces
Príncipe de España Juan Carlos de Borbón, titulado
La monarquía de la reforma
social está fuertemente influido por las teorías
del judío Leonardo von Stein.
(141)
López Amo asume lo esencial de la doctrina Stein.
Nada debe sorprender nuestra capacidad de asombro al indagar sobre las
ataduras del Opus a Sión pues entre las traducciones del libro
del fundador Escrivá Camino
está su versión en hebreo, (142) o constar cómo
en Estados Unidos se advierte la incorporación como miembros de
la Obra de muchos afiliados a logías masónicas. (143) También han
sido varios los autores, entre los que citamos a Ramiro
Cristóbal, los que han asimilado Opus Dei parcialmente a la
masonería.
El padre de un miembro del Opus, Nicolás Cobo Martínez,
que comenzó a sospechar de las verdaderas intenciones de dicha
organización, llegó a la conclusión que el Opus
era la "comedia de la hipocresía" y la gran Mentira del Siglo
XX, intuyendo sus interrelaciones con el judaísmo más
grosero. Hombre profundamente católico, en una visita que
giró a la residencia del Opus donde estaba su hijo, escribe que
(144) "pude comprobar, y me espanté que en el lujoso y espacioso
comedor (San Bernardo le llamaría "comedero") no había un
solo signo que denotara que allí comían personas dotadas
de alma: ni crucifijo, ni pintura de la Santa Cena, ni de la
Santísima Virgen, ni de cualquier otro símbolo o recuerdo
religioso".
El mundialismo ha sido otra de las características
típicas del judaísmo. Tampoco esta nota tan definidora y
definitiva le falta al Opus. El ex-ministro de Obras Públicas de
España, Gonzalo Fernández de la Mora, nos aclara e
ilustra esta circunstancia al escribir (145) que "el Opus Dei no
está vinculado a ningún país, a ningún
régimen, a ninguna tendencia política, a ninguna
ideología" para concluir que "aunque nació
geográficamente en España, pero desde el principio su fin
era universal."
El Opus y judíos se funden y confunden: Rafael Calvo, hombre de
influencia en el Opus que protagonizó el "affaire" del diario Madrid mantuvo
siempre más que una estrecha amistad con el corresponsal
judío del N.Y. Times en España; Escrivá
solía pernoctar en la casa del Rabino de Londres en sus
desplazamientos a Inglaterra (testigo Mr. Cantero); los miembros del
Opus solían tener estrechas conexiones y circuitos abiertos con
los servicios de información israelí, el Mossad, e
incluso un hijo homosexual del escritor Thomas Mann vivía en una
residencia del Opus en Madrid.
Por su parte, el periodista judío M. Sulzberger, simpatizante de
la Obra, escribía en el N.Y. Times un artículo bien
informado en el que presentaba al Opus como el "instigador de las
relaciones comerciales entre España y la Unión
Soviética" (146)
En los gobiernos siempre han buscado los puestos de relevancia
económica, financiera o comercial, tanto "el judío
clandestino como el falso tecnócrata del Opus Dei" (147)
Por ello nos parece oportuno reproducir el toque de alarma lanzado
por Jean Boyer cuando escribe (148)
del peligro de caer "bajo la influencia espiritual del Opus Dei que,
diciendo salvar a las almas del infierno y garantizarles su entrada en
el cielo, lo que consiguen, su pretexto de convertirlos en santos, es
convertirlos, después de sucesivos lavados cerebrales en
incondicionales adeptos", enganchados a la "esencia del
judaísmo".
REFERENCIAS
114. Jardiel Poncela, op cit, p 133.
115. "El Sol de Méjico" (11 de Mayo de 1968).
116. Wast, "Jesuitas, Opus Dei y Cursillos de Cristiandad", p 93.
117. "Tradición Católica" (Revista de la Fraternidad San
Pio X), No. 54 (Enero1990), p 23.
118. Sánchez Covisa, Mariano , "Las relaciones Guevara Opus", p
2.
119. Ibid, p 4.
120. "Le Tourneau", p 18.
121. "Magaña", pp 20-21.
122. Ibid, p 222.
123. Bernal, p 125.
124. Ibid, p 147.
125. Moncada, "Historia oral del Opus Dei", p 29.
126. Ibid, pp 133, 136-137.
127. Ibid, p 147.
128. Moreno, "El Opus Dei, anexo a una historia", Editorial Planeta p
214.
129. Ynfante, "La prodigiosa aventura del Opus Dei", p 201.
130. Wast, O. H., "Jesuitas, Opus Dei y Cursillos de Cristiandad", p 93.
131. Ynfante, "La prodigiosa aventura del Opus Dei", p 290.
132. Walsh, p 49 y Bernal, p 249.
133. Ibid, p 196.
134. West, W. J., p 29.
135. Ibid, p 137.
136. Ibid, p 169.
137. Ibid, p 177.
138. Ynfante, "La prodigiosa aventura del Opus Dei", p 350.
139. Le Vaillant, p 136.
140. Artigues, p 46.
141. Ibid, p 157.
142. Thierry, p 32.
143. Ynfante, "La prodigiosa aventura del Opus Dei", p 115.
144. Cobo Martínez, Nicolás, "Faro inconfundible", No. 31
(Febrero 1989).
145. Fernández de la Mora, Gonzalo, "Pensamiento español"
1968 (Barcelona: Rialp, 1969), p 98.
146. Thierry, p 32.
147. Boyer, p 79.
148. Ibid, p 80.
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